/ sábado 30 de julio de 2022

Eutanasia: el debate del saber morir

El Edoméx es uno de los primeros estados en el país en contar con una Comisión Interinstitucional de Cuidados Paliativos, en las que participan todas las instituciones del sector salud y cuenta con una Ley de Voluntad Anticipada

En México no se sabe morir, pues se tiene un concepto de la muerte muy distorsionado, por ello pensar en la eutanasia implicaría un camino muy largo, donde la educación y la sensibilización tendrían que estar presentes, señaló María Alejandra Sánchez Gómez, especialista en tanatología.

El aumento de la esperanza de vida al nacer, que actualmente rebasa los 70 años y el consecuente incremento de personas que alcanzan etapas muy avanzadas de edad, con enfermedades degenerativas que van acompañadas de dolor, hacen necesario buscar alternativas posibles que puedan combatir los sufrimientos dentro de los principios de autonomía y libertad de los pacientes.

Eutanasia, concepto e historia


La palabra eutanasia deriva de los vocablos griegos eu=bueno y thanatos=muerte, que significa una buena muerte, mientras que tanatología se deriva del griego thanatos= muerte y logos=tratado, por tanto esta última es un disciplina científica que se encarga de encontrar el sentido al proceso de morir.

Ambos conceptos eutanasia y tanatología van de la mano y tienen como su principal objeto de estudio: la muerte.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la eutanasia se podría definir como el acto deliberado de poner fin a la vida a petición propia o de algún familiar, una práctica que en México está prohibida, según lo estipulado en la Ley General de Salud en su artículo 161 Bis 21 que a la letra dice: “Queda prohibida la práctica de la eutanasia, entendida como homicidio por piedad, así como el suicidio asistido conforme lo señala el Código Penal Federal, bajo el amparo de esta ley”.

Sin embargo, en el país sí se puede hablar de la voluntad anticipada, pues ya es una realidad, y es un concepto más general que se puede entender como el proceso mediante el cual una persona planifica los tratamientos y cuidados de salud que desea recibir o rechazar en un futuro, principalmente en el momento en que una persona no es capaz de tomar decisiones.

En palabras de la doctora Celina Castañeda de la Lanza, coordinadora de Voluntades Anticipadas y Programa de Medicina y Cuidados Paliativos del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), la voluntad anticipada no es ni muerte asistida ni eutanasia, sino un diseño del plan de cuidados médicos que se quiere recibir en caso de presentarse alguna enfermedad incurable como el cáncer.


Es, ejemplificó, como cuando diseñas unas vacaciones y checas tu vehículo, el hotel y todo lo demás para que tu experiencia sea placentera, sólo que aquí se prepara todo para tu muerte.

Derivado de ello, se resume que los cuidados paliativos en México y, por ende, en el Estado de México son programas de asistencia que nacen a partir de la atención de los pacientes con cáncer, pero que con el paso del tiempo se han ido empleado en otros padecimientos crónicos como diabetes e insuficiencia renal, entre otros.

Estos cuidados paliativos, indica las autoridades de salud estatal, mejoran la calidad de vida de los pacientes y las familias que se enfrentan con enfermedades amenazantes para la vida, mitigando el dolor y otros síntomas, además de proporcionar apoyo psicológico y espiritual desde el momento del diagnóstico hasta el final de la vida, incluso durante el duelo.

La entidad es uno de los primeros estados en el país en contar con una Comisión Interinstitucional de Cuidados Paliativos, en las que participan todas las instituciones del sector salud y cuenta con una Ley de Voluntad Anticipada que tiene como objetivo dar certeza a personas en su derecho a decidir acerca de cómo sobrellevar su enfermedad.


Cabe señalar que derivado de este Programa de Cuidados Paliativos se ofrece además de valoraciones, consejerías a pacientes con enfermedades y capacitación.

Sobre el tema, la tanatóloga Sánchez Gómez aseguró que en México no se sabe morir, ya que culturalmente se tiene un concepto de la muerte muy distorsionado y visto con los anteojos de lo malo.

“Tenemos una creencia que la muerte es algo malo, aunque gracias a la tanatología, esa concepción ha ido cambiando y la gente va entendiendo que morir es un proceso natural, todavía socialmente se oculta la enfermedad y la muerte da miedo. A los niños les enseñamos a ganar a competir pero nunca a perder y la vida esta llena de perdidas”, estableció.

Es un hecho, aseguró la especialista, que la sociedad mexicana no está educada en el tema de la muerte, por lo que es es necesario que la tanatología sea una materia escolar y no sólo alternativa en carreras como medicina y psicología.

“Creo que se tiene que trabajar desde la primaria, no sólo en carreras como medicina donde incluso es sólo una materia optativa y representa sólo una embarrada”, subrayó Sánchez Gómez.

Indicó que en el tema de la muerte tiene que ver mucho con la cultura, creencias y costumbres familiares, es decir, cada quien tiene una manera de ver la muerte, pero no se está acostumbrado a entender la muerte como un proceso natural.


“No estamos acostumbrados al concepto y menos dejar a ir a los que ya se fueron, eso nos dice mucho.

Te detengo en mi llanto, en tu habitación, en fotos y en lo que no puedo hablar de ti. Nos hace falta educación, conocimiento, aprendizaje y sensibilizarnos, es decir hacernos conscientes de que es una realidad”, agregó.

Aunado a ello, agregó, se debe trabajar con un tercer factor: fe y creencia, tomando en cuenta que un alto porcentaje de la población es católica, pues la palabra eutanasia esta peleada cuando se quiere conciliar con la voluntad de Dios.

“Creo que tenemos que sensibilizarnos al dolor y entender el encarnizamiento terapéutico y el maltrato al enfermo al mantenerlo vivo a través de aparatos. Simplemente es ponernos en ese lugar, si eres tú seguramente pedirías a gritos en tu inconciencia ya déjenme ir”, detalló.

Para que la eutanasia sea una opción en el país, dijo la tanatóloga, es necesario que sea un tema que sea trasmitido por el mismo Papa y de ahí bajarlo para que se vea como un acto de compasión y realidad.

“Yo veo muy lejos a la eutanasia, por esa parte de la religión , pero como sociedad entiendo que tenemos que sensibilizarnos, hablando, escribiendo y dando conferencias”, aseveró



En México no se sabe morir, pues se tiene un concepto de la muerte muy distorsionado, por ello pensar en la eutanasia implicaría un camino muy largo, donde la educación y la sensibilización tendrían que estar presentes, señaló María Alejandra Sánchez Gómez, especialista en tanatología.

El aumento de la esperanza de vida al nacer, que actualmente rebasa los 70 años y el consecuente incremento de personas que alcanzan etapas muy avanzadas de edad, con enfermedades degenerativas que van acompañadas de dolor, hacen necesario buscar alternativas posibles que puedan combatir los sufrimientos dentro de los principios de autonomía y libertad de los pacientes.

Eutanasia, concepto e historia


La palabra eutanasia deriva de los vocablos griegos eu=bueno y thanatos=muerte, que significa una buena muerte, mientras que tanatología se deriva del griego thanatos= muerte y logos=tratado, por tanto esta última es un disciplina científica que se encarga de encontrar el sentido al proceso de morir.

Ambos conceptos eutanasia y tanatología van de la mano y tienen como su principal objeto de estudio: la muerte.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la eutanasia se podría definir como el acto deliberado de poner fin a la vida a petición propia o de algún familiar, una práctica que en México está prohibida, según lo estipulado en la Ley General de Salud en su artículo 161 Bis 21 que a la letra dice: “Queda prohibida la práctica de la eutanasia, entendida como homicidio por piedad, así como el suicidio asistido conforme lo señala el Código Penal Federal, bajo el amparo de esta ley”.

Sin embargo, en el país sí se puede hablar de la voluntad anticipada, pues ya es una realidad, y es un concepto más general que se puede entender como el proceso mediante el cual una persona planifica los tratamientos y cuidados de salud que desea recibir o rechazar en un futuro, principalmente en el momento en que una persona no es capaz de tomar decisiones.

En palabras de la doctora Celina Castañeda de la Lanza, coordinadora de Voluntades Anticipadas y Programa de Medicina y Cuidados Paliativos del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), la voluntad anticipada no es ni muerte asistida ni eutanasia, sino un diseño del plan de cuidados médicos que se quiere recibir en caso de presentarse alguna enfermedad incurable como el cáncer.


Es, ejemplificó, como cuando diseñas unas vacaciones y checas tu vehículo, el hotel y todo lo demás para que tu experiencia sea placentera, sólo que aquí se prepara todo para tu muerte.

Derivado de ello, se resume que los cuidados paliativos en México y, por ende, en el Estado de México son programas de asistencia que nacen a partir de la atención de los pacientes con cáncer, pero que con el paso del tiempo se han ido empleado en otros padecimientos crónicos como diabetes e insuficiencia renal, entre otros.

Estos cuidados paliativos, indica las autoridades de salud estatal, mejoran la calidad de vida de los pacientes y las familias que se enfrentan con enfermedades amenazantes para la vida, mitigando el dolor y otros síntomas, además de proporcionar apoyo psicológico y espiritual desde el momento del diagnóstico hasta el final de la vida, incluso durante el duelo.

La entidad es uno de los primeros estados en el país en contar con una Comisión Interinstitucional de Cuidados Paliativos, en las que participan todas las instituciones del sector salud y cuenta con una Ley de Voluntad Anticipada que tiene como objetivo dar certeza a personas en su derecho a decidir acerca de cómo sobrellevar su enfermedad.


Cabe señalar que derivado de este Programa de Cuidados Paliativos se ofrece además de valoraciones, consejerías a pacientes con enfermedades y capacitación.

Sobre el tema, la tanatóloga Sánchez Gómez aseguró que en México no se sabe morir, ya que culturalmente se tiene un concepto de la muerte muy distorsionado y visto con los anteojos de lo malo.

“Tenemos una creencia que la muerte es algo malo, aunque gracias a la tanatología, esa concepción ha ido cambiando y la gente va entendiendo que morir es un proceso natural, todavía socialmente se oculta la enfermedad y la muerte da miedo. A los niños les enseñamos a ganar a competir pero nunca a perder y la vida esta llena de perdidas”, estableció.

Es un hecho, aseguró la especialista, que la sociedad mexicana no está educada en el tema de la muerte, por lo que es es necesario que la tanatología sea una materia escolar y no sólo alternativa en carreras como medicina y psicología.

“Creo que se tiene que trabajar desde la primaria, no sólo en carreras como medicina donde incluso es sólo una materia optativa y representa sólo una embarrada”, subrayó Sánchez Gómez.

Indicó que en el tema de la muerte tiene que ver mucho con la cultura, creencias y costumbres familiares, es decir, cada quien tiene una manera de ver la muerte, pero no se está acostumbrado a entender la muerte como un proceso natural.


“No estamos acostumbrados al concepto y menos dejar a ir a los que ya se fueron, eso nos dice mucho.

Te detengo en mi llanto, en tu habitación, en fotos y en lo que no puedo hablar de ti. Nos hace falta educación, conocimiento, aprendizaje y sensibilizarnos, es decir hacernos conscientes de que es una realidad”, agregó.

Aunado a ello, agregó, se debe trabajar con un tercer factor: fe y creencia, tomando en cuenta que un alto porcentaje de la población es católica, pues la palabra eutanasia esta peleada cuando se quiere conciliar con la voluntad de Dios.

“Creo que tenemos que sensibilizarnos al dolor y entender el encarnizamiento terapéutico y el maltrato al enfermo al mantenerlo vivo a través de aparatos. Simplemente es ponernos en ese lugar, si eres tú seguramente pedirías a gritos en tu inconciencia ya déjenme ir”, detalló.

Para que la eutanasia sea una opción en el país, dijo la tanatóloga, es necesario que sea un tema que sea trasmitido por el mismo Papa y de ahí bajarlo para que se vea como un acto de compasión y realidad.

“Yo veo muy lejos a la eutanasia, por esa parte de la religión , pero como sociedad entiendo que tenemos que sensibilizarnos, hablando, escribiendo y dando conferencias”, aseveró



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