Ante la reelección de la dirigencia nacional del PRI, pocas voces al interior de ese partido se han atrevido a levantar la voz, entre ellas el ex dirigente tricolor en el Estado de México, Ricardo Aguilar Castillo, quien mostró su desacuerdo, de manera respetuosa, pero firme al advertir que hubo un atropello a esa fuerza política.
También consideró que la dirigencia debería buscar la conciliación, en lugar de perpetuarse y alertó la necesidad de dar dignidad al Revolucionario Institucional desde lo local.
Desde principios de julio, Aguilar se pronunció en contra de la reelección de la dirigencia de PRI y alertó que los principios de democracia y no reelección son insustituibles en ese partido y debían ser respetados principalmente por la dirigencia nacional, al tiempo de advertir que vivían una crisis electoral, pero que tienen raíces y con una renovación de dirigencia, cuadros, ideales y actitudes en tres años podían “estar de vuelta”.
Incluso, hizo un llamado a delegados mexiquenses a la asamblea y al Comité estatal a oponerse y a superar la presión. Muchas personas contestaron apoyando esa idea y advirtiendo que el tricolor es de una sola persona.
Hace unos días Ricardo Aguilar publicó una opinión llamada “El atropello esperado al PRI”, donde advirtió que tras la reelección “se consumó lo impensable y menos admisible hace poco tiempo, con la complacencia de solo unos cuantos en el Partido Revolucionario Institucional” y calificó a la dirigencia de “extraviada”.
También hizo una reflexión y refirió que el PRI promovió valores y acciones en beneficio de la ciudadanía.
“Durante toda su existencia el Partido Revolucionario Institucional promovió, entre sus militantes valores como: la tolerancia, la responsabilidad, la perseverancia, el respeto, la humildad, la justicia, la lealtad, la solidaridad, la honestidad y la generosidad. En una más reciente etapa también promovió la idea de fomentar conductas individuales que aportaron un beneficio a la sociedad a la que pertenecemos”.
Señaló que la idea es que el tricolor se fortaleciera con la renovación periódica de sus dirigencias y de la actitud de su militancia y ante “el clima de crispación y encono político y social que cada día se complica más” advirtió la ausencia de valores.
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“Odio, rencor, cerrazón e intransigencia son los motores que movilizan a una porción significativa de la sociedad en un extremo. En el otro extremo advertimos con pena la falta de cordura, la intolerancia, la descalificación, la insensibilidad y, lo más grave, la ausencia absoluta de oficio político.
“Ambos extremos buscan el aniquilamiento del otro. Ante esta preocupante coyuntura, la dirigencia nacional del PRI, extraviada, en lugar de perpetuarse, debería pronunciarse por la razón y el entendimiento, exhortando a todos los actores políticos a asumir una conducta que propicie un ambiente donde el diálogo y la política prevalezcan para expresar nuestras convicciones e ideologías”, expresó.
Ricardo Aguilar señaló que los partidos están obligados a conciliar y a moderar los diversos intereses que hay en el país, por opuestos que sean, pues todos somos mexicanos: los de izquierda, los de centro y los de derecha. Los moderados y los radicales. “Todos somos parte de México y aquí debemos coexistir”.
Señaló que el país requiere voces que llamen a la conciliación, liderazgos políticos que comprendan cómo funciona el sistema político, escuchar declaraciones políticas que contribuyan a la estabilidad política y a la preservación de la paz social.
“No se trata de hacer a un lado las convicciones e ideologías. Tampoco se trata de apostar al todo o nada. Se trata sí de procurar oficio y madurez política para hacer valer las convicciones partidistas e ideológicas, y llegar a acuerdos que generen bienestar social.
“En el país, los partidos políticos, antes de pretender hacer prevalecer personas a toda costa, tenemos el deber de conservar el clima de entendimiento y civilidad política para beneficio de los mexicanos”.
Además planteó varias preguntas, entre ellas si los partidos serán capaces de competir preservando los valores que han dado viabilidad y estabilidad al actual sistema político y señaló que el PRI no debería contribuir al conflicto.
“El PRI no debería contribuir al conflicto. Nuestro partido debe defender y conservar la estabilidad y la paz social que construyó a este país y que son condición indispensable para lograr un ambiente propicio para el desarrollo de la sociedad.
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“El PRI debería estar ocupado en sembrar valores para cosechar concordia y mejores condiciones de vida para todos los mexicanos.
“Estos son los valores que el PRI debería promover todos los días, los valores de tolerancia, de diálogo, de respeto y de acuerdo que se materializan en beneficio para los mexicanos”.
Finalizó señalando que ni el atropello de la reelección, ni la actual dirigencia podrán llevar al tricolor a donde ahora se festeja, pero pueden darle dignidad desde lo local.
“Con este atropello y con esta dirigencia, es imposible llevarlo a donde ahora se festeja, pero está en nuestras manos hacer mucho para darle dignidad. Hay formas y debemos emprenderlas a partir de lo local, siempre será posible es de ahora mi llamado”.