Toluca, México.- Tras el despliegue de más de 500 policías federales y estatales que resguardan las obras del Tren Interurbano México-Toluca en inmediaciones del municipio de Ocoyoacac, comuneros de San Jerónimo Acazulco dieron a conocer su inconformidad con dicha construcción, debido a que no cuenta con un plan de integral sustentable que garantice el agua, desarrollo, bosques, educación, vivienda, trabajo, cultura y salud.
Previo a la tercer caravana sobre la carretera México-Toluca realizada la tarde de este martes, Santiago Pérez Alvarado, representante legal de los comuneros de San Jerónimo Acazulco, anunció que este mismo día solicitarían la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), a efecto de evitar que se sigan violando los derechos humanos de los afectados.
Pérez Alvarado lamentó el reinicio de la obras pese a la existencia de un amparo otorgado por un Juez federal, acción que refleja el abuso que el gobierno ejerce en contra de los pueblos indígenas, dijo.
Por otro lado los comuneros hicieron un llamado a legisladores federales para iniciar un diálogo para negociar el pago de las cerca de tres hectáreas de tierra que, hasta la fecha, no han sido finiquitadas, aunado a la conformación del plan integral sustentable antes citado.
“Los convenios que ellos –SCT- señalan que firmaron son 170 y tantos mil metros cuadrados, estamos hablando de un aproximado de 17 hectáreas, pero en realidad tenemos más de 20 hectáreas ocupadas, una diferencia de tres a cuatro hectáreas, pero el asunto no es la tierra, el asunto es que va a pasar un gran tren elevado y va a haber pobreza, no va a haber agua, no va a haber desarrollo”, explicó Santiago Pérez.
Cabe mencionar que la caravana realizada por decenas de personas, en la cual participaron colectivos de grupos indígenas y habitantes de municipios como Lerma, tuvo como principal objetivo fomentar la conciencia respecto al impacto negativo que tiene la construcción de dicha obra al no tener un plan integral sustentable.