En México la pérdida de empleos asciende a poco más de millón, según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de 2020. Además, otros factores como los despidos injustificados, el estrés y el acoso laboral también aumentaron, coincidieron en señalar especialistas.
En ese sentido, ante un panorama poco alentador, y en la víspera de la conmemoración del Día Internacional del Trabajo, especialistas sugieren reactivar la economía apoyando a las micro y pequeñas empresas (Mipymes), las cuales representan más del 90% de las fuentes de empleo; también pidieron denunciar cualquier delito u hostigamiento, e incorporar a la cultura laboral la resiliencia.
Este primero de mayo, la conmemoración, anticiparon los especialistas, se dará con incertidumbre porque faltarán no sólo meses, sino por lo menos 2 años para la recuperación económica en el país.
Incertidumbre
Israel Ramírez Castañeda, especialista en Derecho Laboral, señaló que los obreros, empleados y trabajadores en general tiene un ánimo de desolación e incertidumbre, pues se está ante un mercado laboral destrozado, con subutilización y subempleo de la mano de obra.
Destacó que, según indicativos, se aprecia un aumento del 10% de la pobreza laboral, esto significa que cuatro de 10 trabajadores no alcanzan a comprar la canasta básica con su sueldo.
El también coordinador de Educación Continua y a Distancia en el Instituto de Posgrado en Derecho recordó desde que en marzo de 2020 se restringieron las actividades económicas el gobierno federal decretó emergencia sanitaria y no contingencia sanitaria, por ello el patrón o empleador debió mantener el salario de sus trabajadores.
“El mercado laboral se ha visto muy afectado, México no implementó programas contracíclicos como se hizo en otros países con apoyo a los trabajadores, hoy hemos visto como muchas micros y pequeñas empresas (Pymes) bajaron la cortina”, indicó.
En el país, citó, más del 95% de las unidades económicas son Pymes y los grandes corporativos se vieron menos afectados.
Acuerdos
El especialista en derecho laboral explicó que para sobrevivir las empresas formularon acuerdos para disminuir salarios, sin caer en renuncia de sus derechos o violar la ley. Especificó que los acuerdos pueden ser por un periodo determinado y no abierto.
“Si el trabajador dice: 'no estoy de acuerdo en la disminución' tiene 30 días para demandar por rescisión por causas imputables al patrón, porque por causa autoritaria le cambió las condiciones de trabajo”, externó.
En ese periodo, precisó, el patrón deberá indemnizar las prestaciones devengadas, pero si el empleado no lo hace en el plazo, se entiende que acepta los hechos.
“Se debe buscar un equilibrio porque la situación es difícil para el trabajador, pero también para el empleador”, sostuvo Ramírez Castañeda.
Es importante, recalcó, que los acuerdos sean consensuados, negociados o conciliados porque los juicios son largos para obtener lo que les corresponde por ley como antigüedad, salarios caídos y prestaciones.
Resiliencia
Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional para la Promoción, Atención y Defensa de los Usuarios de Seguridad Social, Organización No Gubernamental (ANPADEUSS-ONG), Jorge Díaz Galindo Hurtado, coincidió en que la pandemia es un periodo difícil para los trabajadores.
Este año la Organización Internacional del Trabajo (OIT) atrajo la palabra resiliencia a la cultura laboral, la cual se debe incorporar con políticas públicas y privadas.
Respecto al tema del acoso laboral, Díaz Galindo Hurtado pidió denunciarlo, porque es un delito tipificado en el Código Penal y en la Ley Federal del Trabajo.
“Si se sufren de acoso laboral o psicológico se debe denunciar a la empresa o empleador, pues no es sólo perder empleo, sino que afecta su salud”, externó.
Esto porque el empleado puede desarrollar trastornos como cardiopatías o diabetes
"Los trabajadores no deben quedarse con los brazos cruzados", alertó.
Cómo se vive desempleo
Cecilia Ayala, madre soltera de una menor de edad, luego de trabajar por 20 años en una empresa de comunicaciones, en agosto del año pasado fue despedida, lo cual, desde su perspectiva, fue injustificadamente.
Recordó que desde marzo de 2020 la carga laboral aumentó considerablemente, pues la atención de personas subió, ya que varias oficinas cerraron por la pandemia y por el recorte de personal.
“Cada vez el trabajo era mayor, no se respetaron los horarios, a veces salía a las 9 de la noche y en ocasiones no teníamos descanso dominical”, explicó.
La situación se complicó porque los directivos o coordinadores a cada momento señalaban que los ingresos no eran los mismos y cada quincena habría despidos sin importar la antigüedad, reseñó.