Los rostros de tres víctimas de feminicidio y una víctima de desaparición forzada ocurridos en el Estado de México quedaron plasmados en el mural denominado “Hasta ser Escuchadas”, que comenzó a exhibirse este jueves en la Legislatura local.
Se trata de los casos de Nadia Muciño, asesinada en 2004 en Cuautitlán Izcalli; Diana Vleázquez Florencio, asesinada en 2017 en Chimalhuacán; Julia Sosa Conde, asesinada en 2018 en Nepantla, municipio de Ozumba, y Daniela Mabel Sánchez Curiel, quien desapareció en 2015 en Tlalnepantla.
El mural fue hecho por la artista Moon Ventura y está respaldado por Amnistía Internacional México, así como la diputada Karina Labastida Sotelo, del grupo parlamentario de Morena y presidenta de la Comisión en Desaparición y Feminicidios.
Las familias de las cuatro víctimas estuvieron presentes en la inauguración del mural, el cual enmarca los rostros y representa las graves violaciones de los derechos humanos y un recordatorio de los feminicidios y desapariciones, explicó durante la presentación de la obra la diputada Karina Labastida.
Las víctimas
En la presentación del mural estuvieron presentes los familiares de las cuatro víctimas, quienes expusieron sus casos y recordaron lo vivido en su proceso para exigir justicia.
María Antonia Márquez Hernández, madre de Nadia Muciño, relató que su hija fue asesinada en 2004 en Cuautitlán Izcalli, cuando tenía 24 años de edad.
“Tengo 18 años buscando justicia, cuando la justicia debe ser pronta y expedita, mi hija fue asesinada por su concubino y en presencia de sus tres hijos, mis nietos declararon ante el ministerio público que su padre y su tío asesinaron a su madre, desgraciadamente la misma autoridad desaparece los objetos de prueba”, señaló María Antonia durante la presentación del mural.
Sobre el caso de Nadia, en octubre del año pasado se realizó una audiencia en la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, en la que el Estado Mexicano aceptó su ineptitud en el feminicidio, subrayó María Antonia.
La familia aún espera que se aplique una recomendación al Estado Mexicano por el caso de Nadia Muciño.
En su intervención, Lidia Florencio, madre de Diana Velázquez Florencio, asesinada en 2017 en el municipio de Chimalhuacán, destacó que aunque el agresor de su hija ya fue sentenciado, aún sigue en la lucha por ayudar a otras familias y conseguir plena justicia por su hija, así como respeto por la muerte de Diana.
Recordó que la Fiscalía mexiquense, en su momento, confundió el cuerpo de la joven con el de un hombre.
“Chimalhuacán es un municipio que cuenta con doble alerta de género, pero eso no evitó que Dianita fuera asesinada”, reprochó Lidia Florencio.
“Para mí no es agradable ver el rostro de mi hija en este mural”, añadió la ahora activista.
Ana Sosa, hija de Julia Sosa, desaparecida y asesinada en octubre de 2018 en el municipio de Ozumba, también estuvo presente.
La joven recordó que su madre estuvo en calidad de desaparecida durante una semana y luego fue localizada sin vida en un rancho, en las cercanías de donde vivía.
“Mi madre dejó dos hijos menores de edad y yo ahora me hago cargo de la más chica, mi hermanita tenía nueve años”, externó la joven.
El otro caso que aparece en el mural es el de Daniela Mabel Sánchez Curiel, quien es víctima de desaparición forzada en el municipio de Tlalnepantla.
Laura Curiel, madre de la joven, informó que su hija lleva desaparecida siete años, desde el 2015 y a la fecha la Fiscalía no le ha dado ningún avance.
“Hace dos días pasó el diez de mayo, Daniela tiene a su bebé, y a nombre de su hijo, que me ha acompañado estos siete años, quiero que sepan que ella aún falta, porque no tenemos todavía la certeza de dónde está, falta porque no sabemos qué le pasó”, externó Laura Curiel.
La familia de Daniela formó un colectivo denominado “Mariposas Destellando Buscando Corazones y Justicia”, con el cual realizan búsquedas.
El mural estará expuesto hasta el 10 de junio en el salón Benito Juárez de la Legislatura local.