En el país y la entidad mexiquense los datos gubernamentales siguen cerrados.
El llamado gobierno abierto no ha avanzado y aun cuando las administraciones estatales cumplen con las leyes, el objetivo de sus portales no se cumple, pues han olvidado la participación ciudadana, las formas de impulsar interacciones y las redes sociales para compartir y difundir datos.
Rodrigo Sandoval, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), presentó su ranking de portales estatales de transparencia del 2020, donde el Estado de México se ubicó en el sitio 13 y registró fallas.
Al igual que la mayoría de los estados, por lo cual se ubicaron en zona roja en casi todas las variables. Sólo el portal de Sinaloa no estuvo disponible.
Durante una entrevista, advirtió que el gobierno abierto y la transparencia están en crisis y la pandemia y la emergencia sanitaria podrían agravar esa situación y traer una mayor opacidad, pues son tiempos muy complicados para impulsar el gobierno abierto.
La valoración se basa en los portales de los Ejecutivos estatales y en cinco componentes: arreglos institucionales, datos abiertos, colaboración vertical, colaboración horizontal e interfase.
La principal conclusión es que el gobierno abierto y la participación ciudadana en los últimos tres años han ido en retroceso, por lo cual estados, municipios y legisladores deben observar qué pueden hacer para avanzar en este tema.
El estudio fue recopilado antes de la pandemia.
¿Qué es el Gobierno abierto?
El gobierno abierto, explicó, es un proceso político y social que promueve acciones o programas que impulsan la participación ciudadana, la colaboración y la cooperación, mediante los datos abiertos para facilitar la rendición de cuentas y la construcción de un Estado abierto, pues implica un conjunto de pasos, algo que se construye y su herramienta son los datos abiertos.
El Edomex
En el estudio, el Estado de México salió bien evaluado en el tema legal, referente al cumplimiento de la normatividad de transparencia o de gobierno abierto, donde obtuvo 80 puntos; sin embargo, en datos abiertos, en el que valoran la implementación de herramientas que ayuden a hacer los datos más accesibles y manipulables, tuvo 52 puntos.
Otro rubro evaluado, donde la mayoría de las entidades tuvieron una baja evaluación, fue en participación ciudadana, pues en la colaboración vertical, referente a cómo los ciudadanos colaboran con el gobierno, obtuvo 28.57 puntos.
Y en la horizontal, es decir, en cómo participan a través de los canales de comunicación del gobierno como redes sociales, encuestas en línea, entre otros, sumó sólo 10 puntos, cuando el primer lugar, que fue Zacatecas, logró 80.
El estudio arroja una caída en el promedio global del Estado de México, pues el año pasado, en todos los componentes obtuvo 58 puntos, ahora disminuyó a 45. La baja ha sido importante porque en el 2018 obtuvo 66 puntos y en 2017 logró 40.
En datos abiertos, por ejemplo, en 2017 tenía 60, en 2018 logró 80 puntos, pero después bajó a 60 en 2019 y para 2020 apenas sumó 52.
En participación ciudadana y colaboración vertical admitió que la entidad está muy mal porque el año pasado tuvo 43 puntos y ahora 28.
Mientras en la colaboración horizontal salió peor, pues de 40 puntos logrados en 2017, pasó a 50 en 2018, aumentó a 60 en 2019 y este 2020 apenas a 10.
Estados en caída libre
La caída en esos dos indicadores, referentes a la participación ciudadana, es general para todas las entidades.
Y desde su punto de vista podría deberse a que la actual administración federal ha restado importancia a la apertura gubernamental.
Por ello, los estados han perdido interés por abrir más su información, adicional a que las sanciones han sido nulas, y al parecer la intención es ser más opacos y menos transparentes.
La mayoría de las entidades tienen una alta calificación en el tema legal, pero muy baja en participación ciudadana, y la previsión es que con la emergencia habrá mayor opacidad.
“El gobierno abierto y la transparencia en este momento están en crisis porque va a ser mucho más difícil que tengamos datos abiertos en una crisis económica, en una crisis sanitaria”.
Para Sandoval algo que complica el panorama es que existe una disputa en torno a quién define el gobierno abierto: si los órganos de transparencia o el gobierno.
Y esa ambigüedad es aprovechada para mantener la opacidad.
Otro punto es que podría existir una estrategia para que no avance la transparencia: dar la imagen de un gobierno abierto, sin entender lo que significa.
Aclaró que recibir más solicitudes de información no es sinónimo de mayor transparencia, pues también podría deberse a que como los ciudadanos no encuentran la información en los portales, recurren al órgano garante.
Oscuro panorama
El académico e investigador reiteró que no existen datos abiertos y eso se puede complicar con la pandemia, con menos información y mayor opacidad.
“Esta pandemia demuestra que no tenemos datos abiertos y conforme avance vamos a tener datos muy confidenciales y cerrados de lo que realmente sucede y vamos a tener menos información para tomar decisiones.
“No tenemos datos abiertos, no tenemos gobierno abierto porque no hay realmente una transparencia. No son buenos tiempos, va a haber más opacidad”.
Adicionalmente, dijo, hay una desigualdad en los datos, pues hay empresas como Google y Facebook que recopilan datos para hacer dinero.
Esto mientras las personas regalan sus datos y no lo saben, cuando deberían decidir si dan acceso a ellos.