Con el corazón en las manos, familias de víctimas de feminicidio y desaparición se reunieron en la Plaza de los Mártires de Toluca para alzar la voz y exigir justicia.
La jornada cultural organizada por el colectivo Flores en el Corazón buscó visibilizar la incansable lucha de estas familias, que no solo enfrentan el dolor de perder a un ser querido, sino también la frustración ante la falta de resultados efectivos por parte de las autoridades.
Elizabeth Machuca, fundadora del colectivo, expresó el sentir de muchas familias en esta causa que se pusieron a bordar y a pintar la esperanza que tienen de que, si gritan los nombres de quienes faltan, un día regresarán.
Durante seis años las víctimas de feminicidios y desapariciones se convirtieron en un tema ciego, sordo y mudo para el gobierno federal.
Machuca, hermana de Eugenia, asesinada hace siete años, compartió que aunque el responsable del asesinato de su hermana fue sentenciado, el proceso dejó un vacío profundo y una sensación de injusticia. Explicó que, un mes antes de la sentencia, la fiscalía de género del Estado de México decidió reclasificar el caso de feminicidio a homicidio.
'Aquí estamos; sigue la lucha. Mi hermana obtuvo justicia, pero no la que tenía que haber sido. Es un coraje que tenemos que sacar de alguna forma: buscando, ayudando, estando de pie para las familias', relató con voz firme.
El evento contó con la presencia de otros familiares de víctimas y diversos colectivos que se suman a la causa. A través de actividades culturales, los asistentes compartieron sus experiencias, intercambiaron palabras de consuelo y exigieron que se ponga fin a la impunidad que caracteriza a tantos casos de desaparición y feminicidio en el país.
Las cifras respaldan sus demandas. Tan solo entre enero y julio de este año, en el Estado de México se registraron tres mil 429 desapariciones de personas con nacionalidad mexicana. De estas, mil 356 personas, es decir, 39.55% del total, permanecen desaparecidas y no localizadas.
Para las familias, cada día sin respuestas representa una herida abierta. Aunque el Estado de México es una de las entidades con mayores índices de feminicidio y desaparición, la respuesta de las autoridades ha sido, a menudo, insuficiente. Machuca reconoció el apoyo de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, que organiza mesas de trabajo mensuales con el colectivo.
Sin embargo, señaló que la falta de recursos humanos en la Fiscalía limita la efectividad de estas acciones.
'Nos apoyan, pero hay insuficiencia de ministerios públicos y policías de investigación. Hacen lo que pueden, no nos quejamos de ellos. Nos quejamos de la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de México porque nos están limitando', explicó Machuca.
En este sentido, la activista destacó la necesidad de un cambio en la Comisión de Búsqueda.
Con la esperanza de que el próximo titular sea alguien comprometido con la causa, Machuca subrayó la importancia de que las familias puedan involucrarse activamente en la búsqueda de sus seres queridos.
'Esperamos que llegue el o la nueva titular y podamos trabajar. Necesitamos que las familias puedan seguir buscando porque ellas son las que salen, pero necesitan tener las armas', afirmó.
La capacitación y el apoyo entre colectivos han sido herramientas esenciales para fortalecer esta búsqueda. En colaboración con la Comisión Nacional de Búsqueda y la de la Ciudad de México, Flores en el Corazón ha impulsado talleres y sesiones informativas para preparar a las familias en temas de búsqueda y preservación de evidencias.
'Las familias no saben y no tienen por qué saber cómo hacer una denuncia. No estamos preparados para nada de esto, pero ya nos vamos preparando con talleres, con acercamientos con los antropólogos argentinos, para que el colectivo siempre esté listo para acompañar, accionar y encontrar, proteger y preservar las evidencias, sean de nuestros casos o de otras familias', explicó Machuca.
En el evento, los participantes recordaron a sus seres queridos a través de canciones, poemas y mensajes que llenaron el aire de la Plaza de los Mártires.
La jornada sirvió no solo para honrar la memoria de las víctimas, sino también para evidenciar el papel fundamental que desempeñan las familias en la búsqueda de justicia.
A pesar de los avances en algunos casos, la realidad es que muchas familias continúan su lucha sin recursos, apoyo ni respuestas claras de las autoridades, una situación que consideran una 'deuda histórica'.
La esperanza de los asistentes es que la visibilidad de sus demandas y la unidad entre colectivos sirvan como catalizador para generar cambios reales en la manera en que las autoridades tratan los casos de feminicidio y desaparición.
Mientras tanto, seguirán alzando la voz, ocupando espacios públicos y creando conciencia en la sociedad, en la búsqueda de una justicia que aún parece lejana, pero por la que no cesarán de luchar.