Tenancingo, México.- Cientos de feligreses deben soportar fuertes temperaturas de hasta 30 grados centígrados al escuchar misas en la Parroquia de San Francisco de Asís.
Los devotos, como cada domingo, acuden a la Iglesia, segundo templo en importancia sólo detrás de la catedral de San Clemente, sede de la Diócesis de esta Ciudad.
En la explanada del atrio, del templo aún fracturado y ya en proceso de rehabilitación, los fieles son partícipes de las distintas Eucaristías que se desarrollan a lo largo del día.
Bajo inmensas lonas y sillería, las familias deben soportar durante una hora aproximadamente, tiempo que dura la homilía, los calores bochornosos que se registran en esta temporada.
"Hace mucho calor y con las lonas se sienta más, te sofocas demasiado, pero aquí estamos con nuestra fe", señaló una vecina.
La Iglesia fue una de los cerca de diecisiete templos afectados por el pasado sismo de Septiembre en esta demarcación, la cual sufrió afectaciones en su torre, campanarios y cuarteaduras en su interior.
La catedral de San Clemente es la única que ha abierto sus puertas a la feligresía, donde las homilías se desarrollan en tiempo y forma.