El llamado feminismo, que es una herencia de otros países, es un error que engendra muchos errores y pone por encima a la maldad en vez de la paz, señaló la madre Marianita de Jesús Leyva, encargada de las religiosas de la Arquidiócesis de Toluca, quien calificó a las mujeres de hoy fuera de contexto, viciadas por la tecnología y el sexo, pero que además buscan superar a los hombres y dominarlos.
Este movimiento, explicó, es una influencia del mismo demonio y tiene su raíz en países del extranjero, bajo la bandera de que la mujer es sometida, al no ser tomada en cuenta por la sociedad y el gobierno, y por lo mismo no tenía siquiera oportunidades de estudio y desarrollo.
“Ellas no sólo dicen somos igual a los hombres, sino superiores y, por lo mismo, quieren llegar a controlarlos y eso no es posible. El feminismo es un error que engendra muchos errores, mucha maldad, quita la paz y la tranquilidad, las mujeres se deben calmar y ponerse en su lugar”, subrayó la religiosa del Convento Misioneras de San Juan Bautista de Toluca.
Esos movimientos, manifestaciones y destrozos que realizan, declaró, son diabólicos pues no sólo protestan contra el gobierno que no les da empleo y otras oportunidades, sino con las cosas sagradas porque van a golpear y destruir los templos, atentan contra las cosas sagradas y eso es diabólico y satánico.
“Si esas acciones destructivas son mal vistas hasta en el hombre, imagínense por una mujer. Lamentablemente, cuando una mujer es mala es peor que el hombre y eso el demonio lo sabe, pues si influye en la mujer destruye al hombre, su familia, y ella misma, y pierde la sociedad”, enfatizó la religiosa.
Este martes, refirió, la sociedad está convertida en un caos, pues todo está cerrado y el gobierno con policías ha cercado una gran parte del centro de la ciudad, cuando tenían que estar cuidando a las familias.
El gobierno, aseguró Marianita de Jesús Leyva, también ha influido y cedido, por tanto no hay autoridad moral y eso permite que dichos movimientos hagan de las suyas.
“Las feministas están fuera de control y de todo contexto, fuera del orden social, tanto religioso y moral. Yo invitaría a las mujeres primero a ser mujeres, a imitar a María”, subrayó la religiosa.
Es un hecho, manifestó, que las mujeres de hoy han dejado atrás la oración, lo que las ha separado de Dios, la fuerza del hombre y la mujer, indicó, es la oración, pues Dios sostiene y aparta de tantos errores.
Aclaró que todavía la mayoría de mujeres son recatadas, buenas, respetuosas, amables y llenas de Dios, aunque, dijo, sí hay mujeres en la actualidad que, con influencia externa, están viciadas por el demonio, la tecnología y el sexo.
La mujer no se ha dado cuenta, puntualizó, que por sus cualidades tiene en sus manos el corazón del esposo e hijos y los puede modelar porque es delicada y cuidadosa, así debe permanecer, por eso Dios hizo hombre y mujer.
“Dios crea a la mujer, según el Génesis, de la costilla del hombre, un lugar cercano al corazón, y por eso cuando la ve se emociona y se alegra. No cabe duda que la mujer es una maravilla de Dios y por eso tienen que volver a tomar el lugar que le corresponde”, finalizó Marianita de Jesús Leyva.