Orgulloso de sus raíces otomíes, Fidel Zacarías Victoria, de 89 años, originario de Temoaya, acudió con su familia a votar en la casilla ubicada en el auditorio con el número 4442.
Cubriendo su cabeza con un sombrero de palma, vistiendo camisa, pantalón de vestir y un chaleco, por su propio pie, llegó a mostrar su credencial que apenas renovó para poder emitir su voto, pues aseguró nunca ha dejado de hacerlo.
Las arrugas bajo sus ojos y las canas en su bigote son la muestra de que el tiempo ha pasado por su vida, pero no en su ánimo, pues conserva una actitud positiva ante la vida.
Así lo demostró cuando, al realizar la entrevista con esta casa editorial, compartió algunas palabras que sacaron las sonrisa de la reportera que platicaba con él.
Esa misma alegría es la que siente cuando participa en las decisiones del país y cuando observa que la ciudadanía participa.
"Cada que hay votaciones voto yo". ¿Por qué vota?, le pregunta la reportera; porque me da harto gusto responde Don Fidel, quien después recuerda sus orígenes y comenta que es otomí.
Después, orgulloso de su etnia comienza a hablar en su lengua materna, y explica que es una invitación para que todos los ciudadanos voten.
Con una sonrisa en el rostro y bromeando, se despidió don Fidel quien siguió su camino acompañado de su esposa, hija y nietas.
En la entidad se identifican cinco etnias originarias: los Mazahuas, Otomíes, Nahuas, Tlahuicas y Matlatzincas.
Este año en el que los ciudadanos mexicanos eligen más de 20 mil cargos públicos también es importante para las personas de pueblos originarios, pues en estas elecciones los partidos tuvieron que incluir a personas de este grupo en sus planillas, el objetivo es incluir la voz de todos los sectores en la administración política del país.