La situación para floricultores de la zona sur del Edomex por la pandemia de COVID-19, como muchos otros casos, es crítica.
Durante los últimos días, pese a "rematar" sus productos, muchas flores han terminado en la basura, pues los clientes han dejado de asistir a los mercados.
En el caso de la central de abastos de Villa Guerrero, "el bonche" de 24 rosas es ofertado en 10 pesos y la "lili" es 30 pesos cuando en temporada regular cuesta aproximadamente 180 pesos.
"De repente llega uno que otro comprador pero no es lo mismo, hemos bajado el precio para haber si así la gente se anima. Si no vienen, no compran y al final tenemos que tirarla", indicó Juan, un comerciante de la zona.
Cabe destacar que al no ser un artículo de primera necesidad, estos productos quedan fuera del presupuesto de muchas familias y esta condición "pone contra las cuerdas al productor".
Por su parte, Alejandro, un empleado del mercado de la flor en Tenancingo, señaló que la flor que se tira se la llevan a Santa Ana donde es utilizada como composta.
Ante ello, los comerciantes invitaron a través de este medio de comunicación a la población a acudir a comprar sus flores, siempre manteniendo las medidas de seguridad impuestas por las autoridades sanitarias en mantener la sana distancia, lavarse las manos constantemente y acudir sólo una persona.
