Toluca, México.- En el rincón del panteón municipal de Toluca, descansan las tumbas de los “sin nombre”. Son cuerpos provenientes de la morgue del Servicio Médico Forense, que no han sido identificados.
La superficie es de unos 100 metros cuadrados, donde los empleados del panteón han instalado cruces, aunque no pertenecen a los restos de los que ahí descansan. El dolor, la violencia con que murieron y la pena, se respiran en el Terreno de Hospital, como se le denomina al lugar más tétrico del cementerio.
Incluso el resto de las tumbas, por demás lúgubres, relucen llenas de vida y alegría en comparación con las de la fosa común.
Aquí se siente más dolor, tristeza y miedo, porque son personas que murieron de forma muy violenta.Empleados del panteón municipal.
Apenas la neblina se despeja de las tumbas, Ignacio llega en sus horas habituales al cementerio. Hace dos semanas tuvo más trabajo, porque los peritos de la Fiscalía fueron a realizar la exhumación de un cuerpo al panteón, algo raro que el terreno de hospital sea pisado, la mayoría de los cadáveres quedan sin identificar y la tierra nunca es removida.
Su trabajo, como el de pocos, resulta intrigante, temerario, por así referirse a lo que hacen los enterradores del panteón de Toluca, donde como en pocos cementerios del Valle tienen la responsabilidad de custodiar los cadáveres de quienes son abandonados en hospitales, fallecieron en una carretera, o de mujeres que fueron víctimas de un homicidio y su cuerpo fue encontrado en un lote baldío.
La gente piensa que cuando nos mandan un cadáver, uno los echa en montón, pero aunque están sin nombre, se les da su cuidado. Ignacio.
Desde el acceso principal, todo asemeja a un panteón al que asisten familias en luto, se colocan flores y rezos frente a una tumba, incluso, el lugar fúnebre por naturaleza, genera una sensación de tranquilidad por los adornos que se ponen sobre las lápidas, sin embargo, una vez adentrado hasta el fondo, el panteón municipal de Toluca muestra su otro rostro, donde no hay cruces, ni adornos con banderas o fotografías, sólo pedazos de tierra.
En caso de que haya esas cruces, es porque los enterradores se compadecieron y recogieron una de las que se desechan y la pusieron en el bulto anónimo de un niño o una mujer que fue llevada por los peritos, una vez que transcurren los 20 a 30 días que obliga la norma antes de echar un cuerpo a la fosa común.
Los muchachos recogen las cruces y vienen a ponerlas encima de las fosas ocupadas, es para que no se vea tan triste, ya de perdida se mira con un nombre aunque no sea el de la persona.Ignacio.
Hasta el año de 1974, los cadáveres sin identificar eran enterrados en el panteón de la Soledad, el cual mantuvo en custodia las fosas desde la época de la Revolución (1910), pero una vez inaugurado el panteón municipal, los cuerpos que aún se mantenían completos, fueron llevados al nuevo cementerio.
Actualmente, en un terreno de una hectárea del panteón, se albergan alrededor de mil 400 fosas comunes, la zona es denominada como terreno de hospital (TH), el cual tiene un ciclo de vida de cinco años más, con 6 mil metros disponibles. Después tendrán que sacar los cuerpos que son considerados restos áridos, para encimar nuevos cadáveres.
En el Estado de México aún no se llega al extremo como ya pasa en Guerrero, donde los cuerpos son apilados en pasillos del Semefo por falta de gavetas.
Del panteón de la Soledad en el periodo de 1910 a 1915 llegaron a ingresar en promedio por mes entre 800 a mil cuerpos; todos eran militares y soldados de la guerrilla, después en los años 40 y 50, el promedio bajó a 20 y 15 cuerpos.
En aquella época de guerra las fosas se llenaban en poco tiempo y los cuerpos se echaban en montones, ahora ya no existen.
Antonio.
En ambos panteones de Toluca, se sigue un procedimiento estricto para el ingreso de los cuerpos, por lo que hay una zona donde se instalan los de hombres maduros, en medio los de niños y en el otro extremo el de las mujeres, tres cuerpos por cada fosa, no más y con una caja cada uno.
Se distribuyen por clase, número de lote, la hilera en que se entierra y el número de fosa que se registra en un libro al que tiene acceso la Procuraduría.
El promedio de cuerpos que entran a la fosa común es de 10 a 15 por año, reveló Ignacio.
Incluso se resguardan unas 15 tumbas de personas que ya fueron identificadas pero que están en el trámite de ser reubicados.
Para tomar en cuenta:
- Mil 400 fosas existen en la fosa común
- 100 metros cuadrados de terreno abarca
- Unos 15 cuerpos son ingresados por año
- 3 tipos de fosas existen en el panteón de Toluca