El rap es una expresión musical que no ha sido reconocida como tal por parte de la cultura popular en México; sin embargo en Valle de Bravo un grupo de jóvenes buscan que sea aceptado a través de su talento.
Mediante la práctica del freestyle, sub género del arte de la improvisación al ser estilo libre, estos jóvenes vallesanos se reúnen para compartir entre sí parte de su talento, y poco a poco, irse adentrando al mundo del rap improvisado.
“El freestyle es un tipo de disciplina en la que convergen el arte y el deporte. En este, puedes hallar una forma de expresión en la que los límites no existen, como el arte, y la parte deportiva está presente en lo que llamamos batallas de rap, ya que es un ámbito más competitivo y se incluyen ciertas reglas o formatos” explicó Sebastián Garduño, joven rapero entrevistado por este medio.
El freestyle es un subgénero musical perteneciente al rap, en el cual se busca hacer rimas a partir de la improvisación para entablar un diálogo entre los participantes.
La mejor manera de practicarlo de acuerdo a los raperos entrevistados es la creación de rimas a través de un instrumental, o bien, hacerlo a capela e intentarlo las veces que sean necesarias.
Aunque para mejorar y desarrollar aún más la capacidad de quien lo desee practicar, recomendaron el uso de estímulos como objetos, palabras, frases, formatos, y todo lo que pueda estimular la mente.
“Me ayuda mucho el leer, ver series, estar informado de las cosas más recientes que suceden en el mundo y, por supuesto, el entrenar de forma física competitivamente” reveló Derek Flores, otro joven más de este grupo de raperos en Valle de Bravo.
Sin embargo, los artistas urbanos deben de lidiar con los estereotipos que la sociedad les ha impuesto, al relacionar la práctica del rap con actos delictivos que demeritan el talento de hacer poesía con música.
“Fue una imagen que desafortunada se estigmatizó, por mucho tiempo, muchos de sus exponentes llevaban una vida en la que las drogas y el vandalismo estaban muy presentes, pero eso es parte del pasado, ahora se sabe que es una disciplina en la que cualquiera puede brillar sin tener que recurrir a lo anterior mencionado, y nosotros, los jóvenes de Valle de Bravo que nos gusta practicar el freestyle, somos un claro ejemplo” reconoció Sebastián Garduño.
Y es que a pesar de que el arte en general se relaciona con una nueva narrativa de la realidad que puede incomodar al colectivo socialmente aceptado, el arte urbano ha sido estigmatizado como aquella hecha por “delincuentes de la calle”.
“Es como todo arte urbano, muchas personas piensan que tienes que salir de un barrio para hacer freestyle cuando en realidad se necesita talento paciencia y constancia. La misma catalogación de decir ‘arte urbano’ envuelve ese tabú de las drogas, nunca vas a escuchar que digan que en ballet o danza se drogan solo por no ser catalogados como arte urbano, cuando en realidad hay de todo en todo tipo de arte pintores, escritores, fotógrafos, artistas, actores”, lamentó Derek Flores.
Freestyle, una práctica común entre jóvenes
Los raperos coincidieron que el Freestyle debe de ser considerado como un arte y un deporte, pues se necesita de talento y disciplina para poder practicarlo.
“Si es arte, porque expresas tus sentimientos, es como una fotografía, un relato, una película pero en segundos, es poesía sobre un ritmo, es habilidad y destreza. También se podría decir que es como un deporte, se tiene que entrenar para tener un buen nivel” refirió Derek Flores.
“Se crean versos de forma estética, haciendo uso de distintas figuras retóricas y usando de igual manera variaciones de lenguaje connotativo y denotativo para darle forma a versos que expresan emociones, sensaciones, pensamientos, argumentos y opiniones acerca de la realidad y la imaginación” coincidió Sebastián Garduño.
En Valle de Bravo hay un grupo de jóvenes que se reúnen para practicar y compartir experiencias con el objetivo de abrir las puertas en otros lados donde practiquen este ritmo poco reconocido.
Asimismo, existe una liga llamada “Rap Vallesano”, la cual se encarga de realizar competencias de batallas de rap, dando premios a los ganadores y vinculando con otras ligas, lo cual les ha dado un reconocimiento como artistas urbanos en otros municipios mexiquenses como Toluca o Tejupilco.
“Quien guste consumirlo es libre de hacerlo, depende de gustos, yo les hago la invitación que se den una oportunidad de escucharlo ver alguna batalla antes de juzgarlo, y los invito a practicarlo, es liberación, es hermandad, es muy divertido, poco a poco está creciendo más este arte y, a dónde quiera que vayas, lo vas a escuchar, podrías formar parte de esto” concluyó Derek Flores.
“Muchos han encontrado en él una forma de expresar todas esas emociones tóxicas que llevan a dentro o una forma de diversión en la que se encuentran a nuevas amistades, o simplemente, disfrutar de él o si no, al menos aclarar sus dudas acerca de los mitos o paradigmas que manchan falsamente la imagen de esta disciplina” invitó Sebastián Garduño.