Toluca, México.- Además de ofrecer a Dios un sacrificio por medio del silencio, monseñor Guillermo Fernández Orozco hizo un llamado a los casi mil 800 participantes en la tradicional Procesión del Silencio, pedir por los jóvenes de Toluca que están en busca de Jesús y quieren crear una ambiente favorable ante tanta inseguridad que rodea al país.
Previo a la procesión que inició a las 19:00 horas, la autoridad eclesiástica pidió a los participantes como un objetivo especial, pedir por los jóvenes que están en busca de Jesús y por lo mismo, quieren crear un ambiente favorable ante tanta inseguridad que rodea al país.
“Este no es un acto turístico o un pasatiempo, sino de evangelización y por lo mismo tiene que ser tomado así, y en esta ocasión, se puede aprovechar para pedir por la juventud de Toluca”, dijo a los asistentes que previo a la procesión participaron en un rosario llevado a cabo en la Catedral de Toluca.
Sobre la procesión, el vicario general de la diócesis de Toluca, señaló que comenzó el 13 de abril de 1979 con alreredor de 300 participantes, “los objetivos del obispo Vélez en aquel entonces fueron primero una procesión en el centro de Toluca para invitar a la gente con imágenes, pero sobre todo hacer conciencia de lo que representaba el viernes santo”,
Aunque también, insistió, esto es un acto de evangelización y penitencial, pues los participantes se ofrecen a Dios mediante el silencio, pues representa ofrecer a Dios un sacrificio, “este acto es ya una tradición pues se ha llevado a cabo 40 años sin interrupción y lo más importante no tiene un fin económico”, aclaró.
Y es que, afirmó, los mismos participantes son quienes adquieren sus atuendos y si bien hay una módica cuota, estos recursos se ocupan para la compra de farolas, tambores y en esta ocasión la unificación de velas.
Cabe señalar que el contingente conformado por mil 800 participantes de 23 cofradías, caminó en silencio y sólo al ritmo del sonido del tambor, por las calles de Bravo, Lerdo, Hidalgo, Morelos y Andrés Quintana Roo.