Toluca, México.- La tradición religiosa y el arte popular de la pirotecnia se unen cada año para dar paso a la quema de los Judas, con la cual se conmemora un pasaje más de la Semana Santa, pero también se premia el trabajo de los llamados Juderos, frente a una multitud reunida en la Plaza de los Mártires de Toluca.
Una vez más, lo efímero del arte pirotécnico fue también motivo para reflexionar sobre los acontecimientos de la vida diaria, pues al concurso “Judas. Tradición popular en el nuevo siglo”, se presentaron, en la vertiente del Judas Conemporáneo, temas como el feminicidio y el robo de combustible, mejor conocido como huachicol.
El concurso también incluyó el rubro del Judas Tradicional, por lo que no faltó el artesano que rememoró el Beso de Judas, el primer pecado: la desobediencia y antes de que cante el gallo me habrás negado tres veces, recordando las palabras de Jesús a su apóstol Pedro antes de que fuera detenido por sus enemigos, según la tradición católica.
Como cada año, las obras del arte pirotécnico surgidas de las manos de hábiles artesanos congregaron a una verdadera multitud de espectadores que aplaudían las figuras que más les llamaban la atención, como la dedicada a América Latina y titulada “Un pueblo sin piernas, pero que camina” y “Nicolás Maduro con el diablo adentro”, con los que sus autores, María Indra Reyes Nuño y Joaquín García Victorio llaman la atención a lo que las dictaduras hacen en Nicaragua y Venezuela.
La quema de Judas se ha convertido, con el paso de los años y luego de la primera convocatoria al concurso que en 1994 hizo el maestro Luis Nishizawa, más que en entretenimiento o conmemoración religiosa, en una forma de expresar opiniones sobre el acontecer político local, regional e internacional a través de la inventiva de los artesanos.
Por su parte, cada vez más conscientes de los efectos de la exposición al sol, las familias congregadas en la Plaza de los Mártires acudieron bien equipadas para soportar alrededor de tres horas bajo los inclementes rayos del sol, por lo que las sombrillas y sombreros dieron la nota de color alrededor de la plancha.
Al aparecer las primeras figuras de Judas niños y adultos que antes habían abucheado el retraso del evento programado para las 12:00 horas, aplaudieron mientras veían como con ayuda de personal de Protección Civil del ayuntamiento de Toluca, los artesanos colgaban sus piezas en ganchos y con poleas los elevaron hasta 10 metros antes de prender fuego a la mecha.
Gracias a la fuerza de la pólvora incendiándose en su interior, cada Judas daba vueltas aceleradamente desprendiendo humo mientras el estruendo hacía que los niños se taparan los oídos, algunos de ellos verdaderamente asustados, para luego admirar la explosión que reducía a escombros las estructuras elaboradas a base de cartón y carrizo.
Tras la quema de 30 de los judas que fueron premiados y que obtuvieron los 10 primeros lugares y las cinco menciones honoríficas en cada una de las dos categorías, los organizadores de la Secretaria de Cultura y del Ayuntamiento de Toluca agradecieron la asistencia del público que, poco a poco, fue desalojando la plaza.