María de Lourdes Ortiz Zacarías, artesana y propietaria del taller de piñatas Franlu señaló que la producción ha sido la misma desde que inició la pandemia por el virus SARS-CoV-2.
Con más de tres décadas de trabajo, el taller Franlu es uno de los 10 talleres establecidos en el municipio de Acolman. Es también uno de los más reconocidos a nivel nacional.
“Tengo el ánimo y la fe de que en este año la producción se incremente en un 90 por ciento, así va a hacer. De hecho se han reactivado los tianguis turísticos y poco a poco las actividades económicas”, expresó la artesana.
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Según la historia, fue en el Ex Convento de San Agustín en Acolman donde se elaboró la primera piñata tal y como la conocemos en estos días. La tradición que nació en el siglo XVI, es reconocida internacionalmente.
En el año 1586, los frailes agustinos de Acolman, cerca de la zona arqueológica de Teotihuacán, recibieron la autorización del Papa Sixto V para celebrar las “misas de aguinaldo”, que más tarde se convertirían en las posadas. La piñata original era una olla de barro, se le agregó papel de china de colores para hacerla más vistosa y representar los placeres superfluos.
El taller de Piñatas Franlu es de los pocos que trabaja todo el año, siempre cumpliendo con todas las medidas sanitarias, los clientes también han sido muy responsables, siempre usando el cubrebocas y guardando la sana distancia.
La alerta sanitaria, ha disminuido pero no ha detenido la producción de piñatas, el taller Franlu desde que fue decretada la alerta sanitaria ha elaborado menos piñatas. Hasta en un 60% de su producción. María de Lourdes indicó que este porcentaje está calculado para asegurar la venta total.
“Hasta el momento la producción de piñatas ha sido la misma, no ha aumentado desde que los gobiernos prohibieron las reuniones masivas.. Ahora estamos trabajando con las catrinas, cartonería y algunos "tallercitos" que nos han estado pidiendo, pero todavía bien no”, expresó.
Añadió que debido a que en las escuelas todavía no se ha dado el regreso clases presenciales, no ha habido pedidos; antes de la pandemia realizaba pedidos de hasta mil catrinas pequeñas para los planteles, sobre todo en vísperas del “Día de Muertos”.
Actualmente no ha habido ni pedidos, ni talleres. Indicó que aún no se compone del todo bien la situación para los artesanos.
La artesana explicó que la producción para el mes de diciembre, siempre se planea desde mucho antes. Aseguró que en estos dos años por la pandemia no es la misma cantidad de piñatas, pero afortunadamente todas las que se planean se han vendido.
María de Lourdes tiene la esperanza de que esta temporada decembrina sea buena para todos los artesanos de la zona. En base a que la mayoría de los municipios ya aplicó la segunda dosis de la vacuna contra la Covid-19 a casi todos sus habitantes, quedando pendientes en algunas localidades el grupo de 18 a 29 años.
La empresaria calculó que con la vacunación de casi todos los habitantes, su producción se incrementará hasta en un 90 por ciento. Ya que la inmunización, ha permitido poco a poco la reactivación económica y la apertura de tianguis turísticos.
“No han llegado como tal clientes mayoristas hasta ahorita, de repente se acercan a preguntar pero hasta ahora esos clientes “grandes” no han aparecido, pensamos que comenzarán a llegar a partir de la segunda semana de noviembre, antes no. No esperamos a que lleguen, si no que trabajamos durante todo el año para que cuando aparezcan tengamos la producción lista”, destacó.
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Precisó que quienes continúan realizando pedidos, son las familias que tienen muy presentes las tradiciones sobre todo en estos tiempos. También que gracias al uso de la tecnología, si bien las ventas no se han rebasado, se han recuperado en un 80%.
Agregó que en estos tiempos el artesano que quiere progresar es aquel que está atento, que innova y que se reinventa, ya que ahora sus productos se pueden comercializar en línea.
En cuanto a innovaciones, adelantó que habrá una creación especial, pero será hasta mediados de noviembre cuando se dé a conocer, ya que es un proyecto que aún está por definirse.
En el 2016 crearon piñatas metálicas para la decoración de exteriores. Fabricaron cien piezas hechas con metal y utilizando la técnica de repujado; en cada una de ellas se utilizaron 400 cables de luz que conectan 200 focos tipo led para que se enciendan, diseño que fue del gusto de los visitantes y que aún perdura.
A principios de este año, elaboran “piñatitas” decorativas también para exteriores, los materiales utilizados repelen la lluvia y la humedad. En el transcurso del año realizan piñatas artísticas o personalizadas, ya sea con una marca o un diseño en especial de alguna imagen.
La artesana destacó que aun cuando no hay reactivación económica, han podido mantener a las personas que los ayudan. Actualmente son doce estudiantes universitarios quienes trabajan medio tiempo en el taller para costear sus estudios. En la temporada alta son más de 20 personas.
