Temascalcingo, Méx.- Pese a la falta de apoyos, las manos mágicas de por lo menos una decena de artesanos siguen transformado el maguey y madera en máscaras, que “envejecerán” a miles de habitantes de este municipio durante la festividad de Jueves de Corpus que se llevará a cabo el día último de este mes.
A escasos 20 días de la tradicional fiesta de Jueves de Corpus que se celebra en Temascalcingo, los artesanos encargados de “envejecer” al pueblo, trabajan a marchas forzadas en los pedidos que tienen de máscaras, trajes y utensilios que utilizarán quienes participan en esta festividad.
Don José Segundo, artesano que desde hace 22 años se ha dedicado a la elaboración de este tipo de máscaras, explicó que desde el mes de finales de marzo han comenzado a trabajar para darle forma a pedazos de magueyes y madera, “pues sí tenemos chamba, ya hay mucha competencia, pero bueno, sí sale para comer”, dijo.
En su humilde taller ubicado en el barro de Maro, explicó que prácticamente los artesanos que se dedican a elaborar las llamadas máscaras de los Viejos de Corpus, han luchado por su propia cuenta para permitir que la tradición prevalezca, “no tenemos apoyo de ninguna autoridad, pese a que nosotros somos la parte importante para que la tradición no muera”, añadió.
Indicó que ni las autoridades municipales ni estatales les han dado atención y por lo mismo, quienes se dedican a elaborar con sus propias manos esta tradición, siguen con su labor en talleres muy modestos, “mira, como pude logré comprar una lona que me costó 500 pesos en un tianguis, no hay de otra”, recalcó.
Don José, como es conocido, mencionó que las autoridades no han sido capaces de entregarles una credencial que los acredite como artesanos y por lo mismo, tienen que lidiar cuando van por madera o maguey, “cuando vamos por la madera a veces la policía nos detiene y no sabe que nosotros somos artesanos”, añadió.
En este sentido refirió que existe un proyecto de forma una asociación de artesanos que se dedican a trabajar con su propias manos las máscaras que salen de los magueyes y la madera, “estamos pensando en organizarnos para que nos hagan caso, pues no es justo que ni una lona nos llegue”, detalló.
Indicó que tan sólo en una máscara pueden tardar en elaborarla hasta una semana, “aquí participa toda la familia, mis hijos, mi mamá y todos le entramos, pues en estas fechas es cuando más trabajo tenemos, porque se acerca la fecha”, agregó don José.
Subrayó que un traje completo puede llegar a costar dos mil 500 pesos y una máscara en mil 500 pesos, “nos hicieron un pedido de máscaras para niños porque en una escuela van a llevar a cabo el acto, pero lo que también nos piden mucho son los utensilios que cargan los viejos de Corpus”, aseveró.
Expresó que el trabajo prácticamente es el mismo cada año y por lo mismo esta actividad, que sostuvo es muy poco reconocida, sólo les da la oportunidad de sobrevivir, “pues mira sólo sale para comer, nosotros elaboramos como 10 trajes completos, pero sí es una gran labor porque todo lo hacemos con nuestras manos”.
Narró que su actual situación si es muy precaria y por lo mismo, hizo un llamado a las autoridades correspondientes para que puedan apoyarlos y permitir que esta tradición que es muy conocida inclusive a nivel nacional, prevalezca, “nosotros también formamos parte de esta tradición y bien vale la pena que nos apoyen para que continué la tradición de los viejos de Corpus, que en esta ocasión se llevará a cabo el jueves 31 de mayo”, finalizó.
LA TRADICIÓN DE JUEVES DE CORPUS
Cada Jueves de Corpus, habitantes del municipio de Temascalcingo desfilan por calles de Temascalcingo con sus creativas máscaras y atuendos hechos a mano con elementos naturales, como el tronco del maguey, el ixtle y la hoja de maíz.
Los llamados "Viejos de Corpus" que en su mayoría son indígenas otomíes y mazahuas, llevan a cabo esta tradición en el municipio de Temascalcingo, lugar ubicado a más de 150 kilómetros de la Ciudad de México, cuya característica esencial es una danza por las calles con sus trajes de viejos.
De acuerdo con la tradición oral, uno de los habitantes del poblado tuvo un sueño donde se le ordenaba crear una danza para llamar la atención de su Dios y que éste les enviara lluvias.
Por ende, los pobladores decidieron continuar imitando a sus ancestros y crearon trajes con aspecto de viejos y objetos significativos de aquellas épocas.
Temascalcingo, además de este tipo de tradiciones se distingue por su producción de alfarería en técnica de vaciado, en torneado y decoración a pincel, y por sus textiles mazahuas realizados en el tradicional telar de cintura.
