Hasta ahora, se tienen estimaciones de que hasta un 3% o 600 escuelas en el Estado de México –de 22 mil de educación básica-, no se encuentran en buenas condiciones para enfrentar el próximo periodo de lluvias, informó José Luis Romero Castañeda, presidente del Comité Regional de la Unión Nacional de Padres de Familia, quien lamentó que anualmente se presente el mismo problema.
El representante de los padres de familia indicó que básicamente se requieren trabajos de impermeabilización y remozamiento en las instituciones educativas; motivo por el cual se trata de un periodo de temperaturas altas que deberían de aprovechar las autoridades, antes de que comience el periodo de lluvias.
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“Esta es la temporada que la autoridad debería aprovechar para llevar a cabo acciones de impermeabilización y mantenimiento en los planteles educativos, antes de que comiencen las lluvias, porque sabemos que esta zona se ve muy afectada por las fuertes precipitaciones pluviales”, externó.
Romero Castañeda señaló que para nadie es un secreto que existen filtraciones de agua en algunos inmuebles educativos, y si no se hace nada el problema se agudiza no solamente de esta zona, sino de toda la entidad.
Aunado a lo anterior, comentó que desde el año anterior detectaron problemas en un número importante de planteles, por lo que las autoridades tendrán todo este periodo -hasta mayo- para que puedan hacer algo al respecto.
Ante dicho panorama, recomendó realizar un inventario de los inmuebles educativos para que se fije un presupuesto económico y desde ahora se pueda reparar la infraestructura educativa.
“Los mismos padres de familia realizamos una cooperación económica a inicio de año, y con ella las autoridades podrían comenzar con los trabajos de impermeabilización; aunque se podrían hacer donaciones”, manifestó.
Entre los riesgos que podrían presentarse si no se realizan las acciones a tiempo, mencionó las escuelas que todavía enfrentan problemas a consecuencia de los temblores que se han presentado en los últimos años, cuyos techos en un momento dado podrían arrojar pedazos en las aulas, así como goteo y ventanas en mal estado.
“Pero sobre todo nos preocupa que las aulas no se encuentren en buenas condiciones para que los niños aprendan, porque les pueden quitar concentración, al igual que a los maestros. También las escuelas deben contar con buena ventilación en este periodo de calor, porque los alumnos permanecen varias horas en las aulas”, externó.