Don Luis y Silvia cargaron está mañana con una mochila que contenía una paraguas, dos tortas y pareciera que también unos sorbos de fe en la vacuna contra Covid-19.
Es urgente recibir la dosis, para que empecemos la nueva normalidad, dice Luis Arriaga Aldama.
"Cada quien en su creencia, pero no debemos tenerle miedo, es por nuestro bien", alude para referirse a quienes se aferran a no vacunarse.
En Toluca, Metepec y Huixquilucan iniciaron este 5 de mayo con la aplicación de la primera dosis para personas de los 50 a 59 años de edad. Es el siguiente paso hacia una nueva normalidad, aunque aún se vea lejana.
La pareja fueron de los primeros que llegaron a las filas del estadio Nemesio Díez, una de las cuatro sedes en Toluca y calcularon al momento de ser entrevistados una espera de cuatro horas.
Llevan consigo dos botes "mezcaleros" para sentarse por ratos, mientras avanzan. Las filas llegaron hasta el parque Vicente Guerrero, porque este sector es más amplio.
"Ha estado fluido, pensé que tardaríamos más", dice Silvia con un poco de alivio.
A unos metros, en la misma fila, también van dos de sus hermanos, todos son del barrio de la Magdalena, en Toluca.
"Somos tres hermanos, pero ninguno hemos tenido síntomas de la enfermedad", añade Silvia.
La pareja de comerciantes revela que durante toda la pandemia no han podido quedarse en resguardo, mercadear productos y atraer el sustento diario.
Por eso insisten en que es primordial recibir la primera dosis de la vacuna y les urge llegar al semáforo verde.
"Imagínese, uno vive de lo que vende", lamenta con un rostro duro Luis.
En la fila del estadio Nemesio Díez "se cuecen" en el día bochornoso por el sol otras historias de mexiquenses. Van y esperan por lo mismo, recibir su vacuna, como si fuera el medicamento contra un cáncer que atociga. Así fue el primer día de vacunas para este sector de los 50 a los 59 años.