Flores y hojas de algunos árboles que se encuentran en la vida silvestre de los bosques de Valle de Bravo tienen propiedades medicinales que pueden ayudar a sanar alguna enfermedad que ataca al cuerpo humano.
Así lo explicó la ingeniera Mayte Estrada Jaimes, quién imparte cursos de herbolaria mexicana en Espacio Odisea, con el objetivo de que las personas logren identificar a estás plantas, sus propiedades y saber en qué dosis tomar para aliviar algún malestar.
"Estamos haciendo un estudio de las plantas que son endémicas de Valle de Bravo, precisamente en la zona de San Mateo Acatitlán, y ya identificamos 29 endémicas, y las 29 son medicinales, aunque hay alguna en peligro de extinción", precisó.
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Una de estas especies es el huizache, del cual se cortan sus flores para hacer un ungüento que alivia el dolor de cabeza. Con su fruto se prepara una infusión para las inflamaciones de la piel y las membranas mucosas, como fuegos y hemorragias, mismo que sirve para calmar trastornos del sistema nervioso.
Otra especie endémica de la región es el cardo santo, el cual se usa como antiinflamatorio y anticanceroso.
O el madroño, que combate infecciones urinarias, cistitis, cálculos y cólicos renales, así como diarreas y disenterías. Además de que ayuda a reducir el nivel de colesterol y azúcar en la sangre.
"Son plantas que nos ayudan en ciertas cosas, y es bueno que la gente lo conozca para que no se pierda la tradición de la herbolaria y sepan que hay en los jardínes de sus casas", concluyó la ingeniería entrevistada.