Ningún olfato se resiste al tradicional olor de las Palomitas de la Concha Acústica ubicada en Los Portales de Toluca. Desde 1946, de la mano de la familia Fernández, este puesto ha conquistado a propios y extraños con su inigualable sabor y bajo costo.
Sigfrido Fernández, hijo del fundador don Ricardo, relató que desde los años 40, su abuelo Ernesto fue el encargado de traer tres maquinas a México y una de ellas la llevó en especifico al estado de Veracruz y por ende, su padre Ricardo, comenzó a relacionarse con las palomitas.
“Mi padre trabajaba en Correos de México y tras varios años, decidió dejar ese empleo, para hacerse cargo de una maquina de palomitas, pero se descompuso y eso propició que desarmará y hasta se familiarizará con la maquina”, mencionó.
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Sin embargo, contó que una vez dedicado al negocio, optó por irse de brasero a los Estados Unidos y de ahí, ya con un poco de dinero en sus manos, regresó y volvió a tomar las riendas del negocio de las palomitas. Aunado a esto comento que, tras su regreso de los Estados Unidos, optó por instalar su maquina en Los Portales.
“Mi padre siempre tuvo espíritu de comerciante y a nosotros nos decía en aquellos años, si te venden compra y si te compran vende, era un amante de los negocios. De hecho llegó a traer boxeadores al Agustín Millán por el negocio”, detalló.
Narró que su padre, fue quien eligió el lugar ya que aseguraba que “es un sitio muy bueno para vender palomitas porque corre el viento de todos lados y lleva el olor a su alrededor”. Asimismo, agregó que el olor te atrapa y te hace comprar las palomitas para disfrutar de su sabor inigualable en todo Toluca.
“La verdad es que no usamos productos exclusivos, sólo el maíz, sal y aceite. Eso sí, debe ser la cantidad exacta y como receta secreta es el estar al pendiente de los minutos en los que el maíz truena, así no puedes descuidarte ni un segundo”, subrayó Sigfrido Fernández.
Por otra parte, mencionó que ni siquiera la maquina que hoy usan para hacer las palomitas es especial por lo que insistió que la clave es usar las porciones perfectas y la atención que se le tiene a la olla.
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“Yo comencé hacer palomitas desde los 9 años, recuerdo que mi padre me subía a una caja de refrescos para poder alcanzar la olla, toda vez que se trataba de una máquina más grande”, aseveró.
Una vez que falleció su padre -a quien junto con su madre lleva tatuados en su brazo izquierdo-, sus hermanas y él, se han encargado de atender este negocio, que aunque en algún momento llevó el nombre de palomitas Richi, hoy cada hermanos tiene un nombre distinto.
“La atención del negocio nos corresponde a todos, cada uno de los hermanos viene dos días y así os vamos rolando. Sólo elaboramos palomitas de sal y azúcar, que son las tradicionales”, dio a conocer.
Además de todo esto, destacó que las palomitas elaboradas en la Concha Acústica no te escaldan la lengua por la sal ni te empalagan por la azúcar.
Tradición de generación en generación
Actualmente, informó que en el negocio de las palomitas van cuatro generaciones dedicadas a esto por lo que seguramente vendrán más debido a que ya es una tradición en la ciudad.
“Mi hijo de 14 años ya sabe hacer las palomitas y a todas las nuevas generaciones le hemos enseñado uno de los dichos que decía mi padre: vende barato, pero vende mucho”, añadió.
Finalmente, confesó que aunque varias administraciones municipales han intentado reubicarlos no lo han logrado ya que su negocio tiene muchos años y prácticamente se han convertido en una tradición de Toluca.
Hay clientes que nos dicen, cada que venimos a Toluca, tenemos que comprarnos unas palomitas, pues tienen un sabor que no se puede comparar.