Ya son seis años que el joven Daniel no ha podido llevar a la escuela a sus dos pequeños hijos que junto con su abuela, añoran el día que salga de prisión y toque al zaguán de su casa ubicada en San Pedro Totoltepec.
Celia Arroyo, es otra madre que ofrece su vida para ver libre a su hijo Daniel Placido, quien se encuentra injustamente preso en el penal de Santiaguito por un secuestró que no cometió.
Aferrada a la foto de su hijo platicó que hace seis años, precisamente un 5 de noviembre, la vida de la familia dio un giro de 180 grados.
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“Ese día llegó un cliente al taller de herrería donde trabajaba con su padre y al abrir, varias personas vestidas de negro se lo llevaron y ya no lo volvimos a ver libre”, relató.
Después de buscarlo por diversas dependencias refirió que fueron al penal de Santiaguito en Almoloya de Juárez, donde se enteraron que su hijo era acusado de secuestro.
“Desde ahí comenzó el martirio, pues en todo el proceso fue torturado y casi lo matan. Mi hijo en la audiencia dijo que lo habían golpeado, pero nunca le hicieron caso”, indicó doña Celia.
Esta aprehensión, dijo, dejó sin su padre a sus dos hijos que en aquel entonces tenían dos años y medio de edad y seis meses. “Aunque sus hijos van a verlo, preguntan mucho por él. Le destrozaron su vida y le privaron de la alegría de llevarlos al kínder y de jugar con ellos”, recalcó la madre de Daniel.
Con la Ley de Amnistía, aseguró, surge una esperanza de ver libre a su hijo para que pueda recuperar a su familia.
La mujer no dudó en defender la inocencia de su hijo e incluso señaló que su aprehensión tuvo que ver con el hecho de ser una persona morena y mugrosa por su trabajo.
“Le quiero decir a mi hijo que lo amo y si es necesario voy a dar la vida por verlo libre. Yo sé que él no cometió ningún delito, pero si fuera necesario yo purgaría su pena”, finalizó la mujer que no soporto el llanto.