Historia | "Los lujos y paseos son cosas del pasado; la pandemia cambio nuestra vida"

Oscar es uno de tantos mexiquenses que ha sufrido los estragos por el cierre de su negocio. A lo largo de este tiempo ha rematado sus bienes, pedido fiado, e incluso, ha sacado a sus hijas del colegio

Fernando Solís | El Sol de Toluca

  · sábado 7 de agosto de 2021

Foto: Ilustrativa | Cortesía: Accesorios Dos

La pandemia por la Covid-19 ha impactado de manera significativa la economía de varias familias mexiquenses, entre ellas, la familia Ávalos Uribe de Ecatepec.

Oscar de 31 años, jefe de familia, esposo y padre de dos niñas, relató al Sol de Toluca que antes de la llegada del coronavirus a México rentaba una bodega donde vendía motores y autopartes. Su negocio marchaba bien ya que además de tener una camioneta para el trabajo, era el propietario de un vehículo deportivo.

Aunado a esto, aseguró que las ventas de su negocio le permitían pagar los sueldos de tres personas: dos hombres y una mujer. En casa el dinero no era problema para vivir bien. Sus hijas estudiaban en colegios particulares y los paseos o salidas durante el fin de semana eran frecuentes.

“Me acuerdo que fue por marzo del 2020 cuando empezaron los primeros contagios. La verdad en la zona de deshuesaderos entre Tecámac y Ecatepec a todos nos valía gorro. ¿Eso qué?, es un invento del gobierno ya no saben que sacar, decíamos”.

Con la llegada de los primeros fallecimientos a la zona, entre estos uno de sus trabajadores, también comenzaron los rumores de que habría horarios para la operación de los establecimientos por lo que, con el paso de los días y ante el incremento de las muertes a causa de Covid-19, el gobierno decretó el cierre de los negocios considerados como no esenciales.

Oscar estaba seguro de que el cierre sería pasajero e incluso se reportaba listo para afrontar este panorama ya que contaba con algunos ahorros; sin embargo, los fallecimientos aumentaron y el cierre se alargó. Con el paso de los días ya no pudo pagar sueldos y rentas e incluso detalló que tuvo que regresar a sus proveedores algunos autos.

“No había trabajo, los únicos lugares abiertos que vendían productos de primera necesidad también redujeron el número de empleados. Ya tampoco pude pagar la renta de la casa y nos fuimos a vivir a casa de mi suegra”, dijo.

Explicó que para ayudar con los gastos tuvieron que vender la camioneta y el coche así como dar de baja a las niñas de la escuela. Posteriormente se deshicieron de los aparatos electrónicos que eran parte de los muebles de su hogar.

“Tuve que dejar en menos de la mitad los aparatos electrónicos, una de las pantallas de 50 pulgadas que tenía como 10 meses y que me costó 14 mil pesos, la tuve que dejar ir en 5 mil y así los demás aparatos. No puedes regatear porque al igual que uno, la gente no tiene dinero”; externo.

El joven, vecino de la colonia Ciudad Cuauhtémoc, tuvo que buscar la manera de llevar dinero a casa por lo que buscó a sus proveedores quienes le fiaron un par de motores. Primero los ofertó y vendió a través de internet por 10 mil pesos pero esto se dio en un lapso de dos meses por lo que le sirvió de muy poco.

“Con los fierros es así, hay semanas en las que puede vender de 4 a 10 mil pesos y otras en las que no hay venta. No hay dinero, todos necesitan refacciones y al no poder comprarlas nuevas acuden a nosotros pero hoy la economía está muy difícil”, dijo.

Poco a poco Oscar ha podido juntar dinero y rentar una pequeña bodega con de oferta motores completos y por partes, ya no tiene trabajadores, es Mariel su esposa quien lo apoya contestando el teléfono y agendando citas. Aseguró que hay días en los que solo ha sacado el pago de la renta que es de 5 mil pesos. Los lujos y paseos son cosas del pasado debido a que ahora, para la entrega y traslado de piezas, su suegra le presta una camioneta.