Familiares de los enfermos que se encuentran en hospitales del sector salud oficial aguantaron en las calles temperaturas hasta de bajo cero, por las noches, el pasado mes de diciembre ante la falta de albergues que registran los municipios de esta región.
El apoyo a los familiares de pacientes internados en unidades médicas estatales y federales es nulo en el Valle de México.
Aunque ya está equipado y listo para funcionar, el Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) mantiene cerrado un albergue temporal para familiares de pacientes del Hospital General Dr. Maximiliano Ruiz Castañeda, en Naucalpan.
Se trata de un inmueble construido a un costado del hospital y su función es facilitar la estancia de los familiares de los enfermos internados hasta que los den de alta.
El edificio continúa cerrado pese a que desde la administración pasada, encabezada por el ex gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, hoy senador, instruyó que se abriera.
“Aun costado del Hospital del ISEM, Maximiliano Ruiz Castañeda, se encuentra el albergue que fue diseñado para la gente que está esperando afuera, y que sigue a la intemperie en época de fríos y de lluvias”, señalo Mónica Pérez, quien tiene esperando a su familiar internado desde hace 15 días.
Los afectados por la apertura de este albergue, señalan que ahí hay lockers, zona de regaderas para bañarse y dormir, mientras que esperan noticias de sus familiares.
También explica que el lugar tiene horno de microondas, e incluso un espacio para que las personas puedan lavar ropa.
Sin embargo, durante un recorrido se constató que el albergue está cerrado y no hay personal de vigilancia ni quien dé informes sobre los requisitos que se necesitan para ingresar.
Por ello, familiares tienen que seguir pernoctando sobre cartones que sirven de camas improvisadas afuera del Hospital, junto a la zona de ambulancias y de emergencias.
Hospitales de tercer nivel, del IMSS y del ISSSTE ubicados en la zona del Valle de México, tampoco cuentan con albergues, por lo que es cotidiano observar a decenas de personas sentadas en banquetas, donde se quedan a dormir en espera de las visitas o de información respecto a la salud de sus pacientes.