No sólo durante el confinamiento domiciliario por Covid-19, sino en diferentes etapas de la vida es importante identificar los “alimentos confort” porque puede estar relacionados a situaciones emocionales.
Así lo señaló, la jefa del departamento de Investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Alejandra Donají Benítez Arciniega.
La especialista explicó que al estar mucho tiempo en casa por la pandemia ha generado diversas emociones que van desde incertidumbre, estrés, miedo hasta angustia.
Dichos sentimientos, dijo pueden orillar a las personas a condiciones de consumo de alimentos y buscar sensaciones de placer.
Al respecto, afirmó es importante identificar bajo qué sensaciones de alimentos consumes un alimento.
En muchas ocasiones, indicó puede ser para tranquilizarnos lo cual nos hace correr al refrigerador o a la alacena.
Mencionó que a ese tipo de alimentos se llaman de confort y al estar en casa por la emergencia sanitaria por el nuevo coronavirus algunas personas han optado por consumir cerveza y el vino, motivado por una cuestión emocional o conductual.
También, agregó durante el confinamiento domiciliario se ha buscado consumir comida rápida al pedir pizzas y otros platillos, al argumentar se apoya al mercado local.
Puntualizó regularmente estos son productos hiper energéticos con altos contenidos de grasas malas y sodio.
“La alimentación es un reto tan complejo y en estos momentos los alimentos rápidos están al alcance del teléfono celular y de las plataformas digitales”.
Advirtió que hemos aprovechado nuestra reacción inmediata y buscar la satisfacción a través de un alimento.
Reiteró que los alimentos procesados se han convertido en los más atractivos, pero de no moderarse podrían causar un daño en el organismo.
Aclaró que esto dependerá de la cantidad de los mismos, así como de la frecuencia al día, la semana o el mes.
En estos momentos, motivó a observar y analizar qué tengo en la alacena y qué puedo cambiar.
Consideró, que, durante la contingencia, para algunas personas será difícil cocinar porque el resguardo domiciliario no son vacaciones o tiempo libre, sino es un periodo en el que desde casa se desarrolla la actividad laboral o escolar.
Exhortó a la población a analizar qué como, mi estado de salud y qué tan bien estoy comiendo, qué tan sana está mi salud, “qué comer y qué no”.
Además, de plantearse desde hace cuánto tiempo no voy con un especialista en alimentación.