La Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) y la Subsecretaría de Control Penitenciario del Estado de México, en coordinación con la Fundación Reinserta A.C, inauguraron el área de visita infantil integral dentro de un Centro de Readaptación Social (CERESO) en Ecatepec, el primero en su tipo en todo el país.
De acuerdo a Reinserta, esta es la primera obra que impulsa la asociación de dignificación de espacios libres de violencia en un centro penitenciario varonil. De los 317 centros penitenciarios del país, ninguno cuenta con un área de visita infantil integral para el desarrollo del vínculo parental.
El principal propósito del área de visita infantil, edificada dentro de las instalaciones del Centro de Readaptación Social “Sergio García Ramírez", también conocido como penal de Chiconautla, es que los cerca de 280 niñas y niños que semanalmente acuden a visitar a sus padres presos, puedan convivir en un espacio digno.
El área fue diseñada para que puedan convivir 40 padres con 40 niñas o niños, además de 40 cuidadores, durante las visitas que se realizan todos los días, dentro de un espacio pensado para que las niñas y los niños no estén en contacto con la violencia desde que entran hasta que salen.
Los menores entran por un pasillo que está en la parte exterior, lo que hace que no estén en contacto con ninguna persona privada de la libertad (PPL), solo con el cuidador o cuidadora y la persona que van a visitar.
El titular de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SS), Rodrigo Martínez-Celis Wogau, explicó que en lugar donde se construyó el área de visita infantil estaba abandonado y quemado producto de un motín en 2017, y representaba un “monumento al desorden”, por lo que se determinó transformar un “monumento a la familia”.
“El sitio se constituye como un lugar de recreación y sana convivencia y apuesta por el adecuado desarrollo de las niñas y niños que visitan sus padres en reclusión y busca reforzar los lazos familiares. Independientemente del lugar o las condiciones de su crecimiento, las infancias merecen y tienen el derecho de desarrollarse de manera plena en un ambiente libre de violencia y donde se potencialice sus habilidades, destrezas y talentos”.
Afirmó que con espacios como éste se han mejorado las condiciones de internamiento de los presos y recordó que hace un año se inauguró la Bebeteca, donde conviven los niños y niñas que viven con sus madres privadas de la libertad y hace dos años se abrió el espacio de la biblioteca.
El Centro de Reinserción Social "Sergio García Ramírez, ubicado en Chiconautla, alberga una población total de 5 mil 908 personas privadas de la libertad.
El rango de edad de las hijas e hijos de las Personas Privadas de su Libertad (PPL) se encuentra entre los 6 a los 15 años, el 54.16 por ciento; y de 0 a 5 años, el 20 por ciento. Los principales cuidadores de los niños son sus madres biológicas, 86.31 por ciento, y en algunos casos los abuelos maternos, 4.68 por ciento. El 54.59 por ciento de la PPL mantienen contacto con las personas que están al cuidado de sus hijos o hijas. De las PPL, 314 personas reportan no tener visitas de sus hijos debido a motivos económicos, trayectos o a la inexistencia de espacios donde puedan convivir con sus hijas e hijos. De 241 personas PPL, el 85 por ciento recibe de 1 a 4 visitas al mes.
Mercedes Castañeda, directora general de Reinserta, sostuvo que este es el primer espacio especializado para niños que visitan a sus padres en prisión y el estado de México es pionero.
“Este es un espacio donde los papás tienen un espacio para ver a sus niños; acá los puedes ver, están jugando, están conviviendo, están saliendo del esquema carcelario que muchas veces ni siquiera vienen a visitar a sus padres porque tienen miedo de su propia seguridad o tienen mucho el prejuicio de lo que pasa, que sí es la realida pues las cárceles no son lugares para niños y hoy se garantiza su seguridad”.
Destacó que en el país se estima que hay 500 mil niños que tienen a un padre o madre privados de libertad, aunque no hay una cifra oficial.