Optometristas ubicados en la zona centro de la ciudad de Toluca reportan un incremento de hasta 70% en la demanda de algún dispositivo óptico como anteojos, lentes de contacto y micas protectoras de luz, sobre todo en la población infantil, adolescentes y jóvenes, en su mayoría estudiantes.
Miopia, astigmatismo, hipermetropia y síndrome de ojo seco, son las afecciones que en mayor medida han detectado entre las personas que acuden a sus establecimientos, señalaron y que los profesionales atribuyen al uso indiscriminado de dispositivos electrónicos y la permanencia de largos períodos durante la pandemia por el confinamiento y las clases a distancia.
“Muchos niños muy pequeñitos están utilizando lentes porque no estuvieron en clases presenciales y estuvieron frente a la computadora todo el tiempo y esto daño seriamente su vista”, consideró la optometrista Irma Rojas.
El optometrista Eduardo Borja, de Opticentro Toluca, refirió que en días pasados llevó a cabo un estudio en diez escuelas de nivel básico del valle de Toluca, entre primarias y secundarias, el cual partió con la hipótesis de que un 30% de las y los estudiantes de ese rango de edad requerían de lentes. Sin embargo, abundó, el estudio arrojó hasta un 60%.
“Está muy bien la computadora, el internet, favorece, pero hay que tomar también medidas y a partir de ahí se tiene que revisar todos los niños a partir de los 5 años de edad y de ahì cada año de por vida. Lo importante es dar seguimiento a cualquier problema visual”.
La optometrista Irma Rojas consideró alarmante la demanda de elevadas graduaciones que estàn requiriendo algunos niños a partir de los cuatro años de edad, pues ha tratado casos de infantes de este rango que requieren de una elevada graduación, de alrededor de los 4.25 puntos, la cual calificó como elevada, cuando la minima dijo, es de 0.25.
Andrea Michelle, también optometrista resaltó que el incremento en la demanda se acentuó en el último año; en tanto Eduardo Borja describió que el permanecer tiempos prolongados con la luz de la computadora o dispositivos móviles genera miopía en primera instancia y deriva en síndrome de ojo seco.
“Tanto la laptop y el celular, el trabajo es de cerca y el ojo tiende a ser un ojo miope, porque de cerca ven bien, el problema es que ya de lejos empiezan a tener dificultad para ver los letreros y aparte que las computadoras tiende a evaporar la lágrima y eso provoca resequedad en los ojos”, dijo el optometrista.
Datos del Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), señalan que en el Estado de México ese año había 353 mil 735 personas con una deficiencia visual debido a problemas oculares como: errores de refracción (miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia), catarata senil, degeneración macular, glaucoma, retinopatía diabética y opacidad en la córnea.
Cultura de prevención
Los optometristas resaltaron como importante el que las personas generen una cultura de prevención. Recomendaron detectar si se tiene algún problema visual y darle seguimiento para evitar algún tipo de deficiencia.
Entre ellas permanecer más tiempo al aire libre y en menor grado frente a las pantallas. De forma puntual, recomendaron la técnica de fijaciòn visual, es decir, que por cada dos horas de pantalla, mirar por algunos minutos de mirar un punto fijo a lo lejos
Asimismo, señalaron como un error el que los papás usen los dispositivos para entretener a los pequeños por lo que sugirieron buscar algunas actividades o juegos que no impliquen estar frente al teléfono.
“Ya entretienen mucho a los bebés con el teléfono y desde ahí ya están dañando su vista, es muy fácil para los papás ahora tenerlos frente al teléfono, la tablet y la televisión mientras ellos puedan realizar sus ctividades”.
Los optometristas mencionaron que al momento los costos de lentes para niños son a partir de 500 pesos e incrementa el agregar alguna mica protectora, mientras que los precios para adolescentes van desde los mil pesos, dependiendo la marca y calidad de materiales.
Andrea Michell recomendó a los papas el adquirir alguna mica protectora cuando sus hijos estén frente a la computadora.