Francisco Cuevas Dobarganes, director de la Unión Industrial del Estado de México (UNIDEM) informó que los empresarios hicieron un llamado al Gobierno del Estado para que ponga en marcha mecanismos que faciliten el cálculo y pago del impuesto ecológico, sobre todo para los negocios pequeños de jurisdicción estatal ya que el cálculo del gravamen implicaría más gasto que el costo del impuesto.
Precisó que este impuesto cuando se publicó a finales del 2021, estaba mal legislado, porque quería cobrar hasta de las emisiones de las fuentes móviles, de los tráileres, de los camiones y hasta de los coches. Indicó que ahora que se reformó ya es más parejo, ya que entre otras cosas le cobra a todas las empresas, es decir, a las de jurisdicción federal y estatal.
“Sin duda es bueno que las empresas que contaminan paguen y así de alguna manera se desincentive la contaminación y que mejor que esos recursos, la empresa, los utilice para dejar de contaminar y no para el pago del impuesto”, destacó el líder empresarial.
Explicó que UNIDEM como asociación va a dejar que las empresas decidan si pagan el impuesto o recurren al amparo, aunque calculó podrían elegir a ésta opción más de 400 industrias de la entidad, sobre todo las de jurisdicción federal, al valorar los altos montos que implicará el impuesto.
El empresario recordó que desde principios de la década de los noventas, las grandes empresas de fundición y químicas emigraron ante los controles de sus emisiones, precisó que sólo se quedaron las que tienen bajas emisiones.
Adicionalmente advirtió que podrían haber amparos por parte de grandes empresas de jurisdicción federal en contra de este nuevo impuesto, debido a que representará una erogación de grandes proporciones para la industria.
Cuevas Dobarganes, consideró que todos los esfuerzos que se hagan para tratar de mitigar las fuentes y los efectos de la contaminación son buenos, pero la parte con la que el sector industrial no concuerda es que los fondos que se recaudan se pierdan y se usan para el gasto público siendo que debería utilizarse para mitigar los efectos de la contaminación.
Informó que la UNIDEM impartirá capacitaciones a sus agremiados para que conozcan a detalle el nuevo impuesto, la forma en que deberán calcularlo, así como el llenado de la Cédula de Operación Integral (COI) para el caso de las de jurisdicción estatal y de la Cédula de Operación Anual para las de nivel federal, pero insistió en que el Gobierno del Estado debe ofrecer alternativas que faciliten el pago del impuesto sobre todo a empresas con emisiones mínimas.
“Queremos manifestar nuestra preocupación al gobierno del Estado de México porque puede salir más caro el cálculo del impuesto, que el impuesto en sí; y esto es porque para fuentes que tienen emisiones pequeñas como restaurantes, panaderías, cafeterías, tortillerías y salones de fiestas, que sí es cierto que tienen combustión de gas, y por ende tendrían que pagar impuesto, tendrían que pagar alrededor de mil pesos al año por el impuesto, pero por el puro cálculo de la COI y la capacitación, les puede costar hasta tres veces más”, afirmó.
Ante ello, planteó al gobierno estatal que, para el caso de las fuentes de contaminación pequeñas y de jurisdicción estatal, propuso que solamente se realice un cálculo en función de cuanto se compra de leña, carbón o gas y sobre eso multiplicarlo por un factor y así, calcular del impuesto y no que se obligue a llenar la COI que sería muy engorroso y caro.
El líder industrial de las empresas más grandes de la entidad, sostuvo que el Estado de México se encuentra en el lugar 22 de competitividad en el país, que este nuevo impuesto no abona para mejorar en ese indicador y que es necesario atraer más inversiones y empleos en el estado, ya que se siguen asentando más familias en territorio mexiquense sin que puedan encontrar condiciones de empleo digno que les permita vivir adecuadamente.