La profesora Nadia camina por los pasillos de la primaria que dirige luego de 16 meses. Los mira relucientes; apenas fueron lavados y pareciera que no pasó una pandemia que aisló a todos en esa escuela.
“Solo hay detalles que resolver antes de iniciar el ciclo escolar”, explica la docente Nadia. Se apresura en el paso para abrir una de las aulas y mostrar los pupitres libres de polvo.
Son afortunados, dice, porque la mayoría de escuelas en el estado de México fueron vandalizadas en la cuarentena.
El inmueble de dos pisos tiene una matrícula de 642 alumnos y han planeado recibir a todos, si así lo deciden los padres de familia. Pero para eso, deben empezar de cero, porque la primaria es de las que optaron por no hacer la prueba piloto el ciclo escolar pasado.
“Iniciaremos de cero con los protocolos”, advierte la directora con los nervios entre los dedos de las manos que no deja de enredarlos.
Empezar de cero: eso implica armar los comités de salud escolar, continuar marcando las líneas de acceso y salida, tandear el cloro y el jabón y ver la forma de atender a los alumnos en las aulas.
El miércoles iniciaron con labores de limpieza, luego que la Secretaría de Educación Pública instruyera comenzar con esas prácticas. Pero el plantel ha sido favorecido toda la pandemia, porque cuenta con un empleado de limpieza. Por eso hay condiciones para las clases presenciales, asegura Nadia.
“Nos está fallando la tubería y tenemos techos trasminados por la humedad, pero se resuelve”, dice.
Escuchó la conferencia del presidente, Andrés Manuel López Obrador, donde informó la secretaría de Educación que sí o sí se dará el regreso a las aulas el 30 de agosto. Y eso resuena en todas las escuelas del país.
“Vamos a esperar a que nos confirme la Secretaría del estado, porque somos escuela estatal”, explica la profesora.
En la planta baja están apilados los libros de texto que llegaron a la primaria para el nuevo ciclo escolar. Ya están etiquetados para entregarse por grado. Pero igual que en otras escuelas del estado de México, ahora también preocupa que lleguen por bultos y galones el jabón y cloro.
“Nos hacen falta los insumos, pero tenemos algo guardado con los padres y de ahí vamos a obtener recursos mientras nos llega”, analiza la docente de primaria.
La profesora es optimista, por ello calcula que de los 642 alumnos, recibirán al menos al 40 por ciento y ese escenario ya es demasiado bondadoso en medio de la crisis sanitaria.
A la par que la maestra Nadia caminaba los pasillos de su escuela explicando los por menores, vía zoom la Unión Nacional de Padres de Familia daba detalles de una encuesta que habían aplicado.
En esta revelaba que el 38.6% decidirán por las clases a distancia, el 26.4% aprobarán la modalidad híbrida y el 35.3% estarán dispuestos a enviar a sus hijos de retorno a las aulas.
“Si son híbridas, no importa”, aduce la profesora. “Ya lo hemos practicado y los maestros saben atender así”.
Esa dinámica, al menos en este ciclo escolar que iniciará, será la prueba diaria de los docentes en el país. Por lo menos la profesora Nadia y su plantilla ya lo asimilaron así.