Tultitlán, México.- Para continuar su camino hacia la frontera del norte en tren conocido como “La Bestia”, decenas de migrantes se encuentran en el municipio de Tultitlán, sin que las autoridades les brinde ayuda.
"Mi sueño es llegar a Houston, estar un tiempo allá y luego regresar a mi país, ir a trabajar muy duro, para después construir mi casa en Honduras", dijo Rodrigo Vera, hondureño que viaja con varios compañeros.
En la Casa del Peregrino, algunos migrantes trabajaban para conseguir dinero para comprar comida y agua en el camino, como Rodrigo, a quien le prestaron unas cubetas y unos trapos para lavar carros.
Por la tarde del pasado viernes siete autobuses patrocinados por la delegación Gustavo A. Madero llevaron a los 600 migrantes, entre ellos, 165 niños, hasta la Iglesia de La Concha, en Tultitlán, cerca de donde pasan las vías del tren.
Martha es madre soltera de dos niños, Daniel de dos y Oslin de siete meses, todas sus pertenencias caben en una bolsa y aun con el riesgo que implica viajar de pie en el exterior de un tren en movimiento, está decidida a llegar a Estados Unidos.
"Estoy consciente de que, si nos dormimos podemos tener un accidente que nos puede costar hasta la vida, pero me motivan mis hijos, mi sueño es llegar allá y darles una vida mejor a mis niños, ahorita voy a descansar y esperar el momento", dijo.
Los organizadores de la caravana estiman que podrían llegar a Tijuana, en Baja California, en dos semanas.
"Nuestra primera parada será Tultitlán, donde algunos abordarán el tren, otros nos iremos en autobús pero definitivamente el que quiera y pueda abordará el tren y el que no seguiremos nuestro camino como sea", dijo Irineo Mújica, Director de "Pueblo sin Fronteras".