La tecnología no ha modificado la atención médica en la actualidad, pues han encontrado en el Internet a su médico de cabecera de una gran parte de la población, ya que consultan al “doctor Google” hasta para recetarse, señaló el presidente de la Academia de Medicina A.C., Víctor Torres Meza.
En el marco del Día Mundial de la Salud que se celebra este sábado, el especialista aseguró que en la actualidad con todo el uso de la tecnología, se ha modificado la atención médica, “hay personas que se consultan al Internet y se recetan sus propios medicamentos”, refirió.
Ante ello, dijo, se incrementa la auto-medicación, un problema que ha preocupado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a la resistencia a antibióticos y por ende, el aumento a la gravedad de las enfermedades.
Y es que, afirmó Torres Meza, ahora muchos pacientes de diversas enfermedades recurren al “doctor Google”, “hay enfermos de VIH que se informan de los medicamentos de última generación y cuando llegan a los lugares de atención, exigen estos tratamientos que no necesitan”, añadió.
Pero además, dijo, hay pacientes que llegan y les dicen a los médicos antes de que los atiendan, hasta su diagnóstico, “llegan al consultorio y dicen cuales con las complicaciones que tienen y hasta las medicinas que pueden tomar, por lo que los médicos de hoy tenemos que estar bien preparados”, agregó.
Lo cierto, destacó, es que no todo lo que dice el Internet es cierto y por lo mismo, aunque la tecnología permita ese tipo de consultas, los pacientes deben de acudir con un médico para ser atendidos de su enfermedad.
Aunado a ello, comentó que muchos pacientes tratan de atenderse vía WhatsApp, “los pacientes de hoy son muy astutos y contactan por esta vía a los médicos y les dicen tengo una duda, que me podría recomendar para un dolor de cabeza”, narró.
Por eso muchos médicos, recalcó, optan por referir que no brindan consultas por ese medio, y es que es básica la revisión del paciente en cualquier consulta, “puedes decirle que tomar para bajar la presión, pero tienes que revisar ciertos antecedentes como si es diabético o padece de sobrepeso”, aseveró.
Finalmente, detalló que además la cultura de la prevención que incluye la práctica constante de estudios médicos, no es muy común, ya que generalmente no se practican este tipo de estudios, debido a que recibirán malas noticias, cuando en realidad es para adelantarse a los problemas médicos.
Chequeos médicos
Para controlar la salud se requiere de diversos estudios médicos y por lo mismo, derivado de versiones médicas, se deben de llevar a cabo desde la niñez, aunque es necesario tomar en cuenta que la salud depende de factores que han comenzado a incidir desde la infancia, los cuales se manifestarán en la adultez.
Así, se recomienda que desde el primer año de vida tengan que acudir cada mes al pediatra y posteriormente cada tres meses y posteriormente se les revisa antes de entrar a la primaria y se le hace un chequeo cada seis meses.
Ya durante la adolescencia el pediatra puede pedir exámenes de laboratorio para conocer cifras del paciente como presión arterial, colesterol, peso, entre otros problemas. Si todo esta bien a los 15 años, y el paciente no esta obeso y se encuentra sano, el adolescente debe acudir con el médico hasta los 20 años para realizarse las mediciones de nueva cuenta. Así, si no se encuentra nada extraño el paciente puede volver hacerlo cada cinco años o bien dependiendo de otros factores como hereditarios.
Ya al llegar a la edad de la adultez, es decir llegando a los 40 años, el chequeo general se realiza cada dos años; después de los 42 o 43 años, la frecuencia del chequeo es cada año, porque se acerca a una edad crítica en donde los exámenes son importantes.
Respecto a las mujeres, es importante basarse en la edad de las pacientes, ya que a una adolescente se le pide un chequeo cada año, dependiendo mucho de su vida activa, pues puede ser cada seis meses, cuando la paciente tiene más de 50 años, los chequeos también son cada seis meses.
Los exámenes médicos básicos
Biometría hemática: Permite conocer el conteo de glóbulos rojos y blancos, la cuenta de células en la sangre, y con ello, se ve si hay alteración hematológica.
Química Sanguínea: Permite saber si hay problemas de glucosa o en el páncreas, así como las funciones de los riñones, pues se ve sustancias que son eliminadas por la orina e incluso las funciones del hígado.
Perfil de lípidos: Permite conocer los niveles de colesterol bueno y malo y el total de triglicéridos.
De acuerdo a datos proporcionados por laboratorios, un estudio básico que permite conocer de manera general la salud del paciente cuesta alrededor de 250 pesos.