Cientos de familias pertenecientes al municipio de Chalco se han visto afectadas por la pérdida de su patrimonio a causa de las inundaciones, pues los niveles que alcanzaron las aguas negras provenientes del alcantarillado ingresaron a sus domicilios y, en algunos casos, los dejaron sin nada.
Sin embargo, no solo han perdido cosas materiales, sino que también la calma y la estabilidad que habían construído a lo largo de los años.
En las calles de las colonias Culturas de México y Jacalones impera un sentimiento de frustración y estrés por parte de los damnificados, pues, a más de un mes de haber iniciado la emergencia por inundaciones, aún no han podido ver un avance permanente en las labores de limpieza y desazolve, pues las lluvias aún no les dan tregua.
Personas como Eugenia, una mujer de la tercera edad que reside en la colonia Culturas de México, que durante años buscaron construir un patrimonio para toda su familia en el municipio de Chalco, han visto perdido el patrimonio que les costó una vida completa de trabajo.
Ya no podemos hacer nada, gracias a Dios estamos todos juntos, pero ni salud tenemos, nos enfermamos mucho por tanta suciedad. Me da mucho sentimiento porque ni ropa limpia pudimos rescatar de nuestra casita.Eugenia.
Estas inundaciones no solo se han llevado pertenencias, también oportunidades, como es el caso del señor José Martinez, quien relata que su hermano falleció durante las inundaciones que afectaron su vivienda en la colonia Jacalones. José y su familia no pudieron despedirse de Jaime, su hermano de poco más de 40 años.
Ante esto, José mantiene un semblante triste, aún no puede asimilar lo rápido y triste que fue la despedida a su hermano, quien falleció por causas naturales en la casa que lo vio crecer durante muchos años.
- También puedes leer: Disminuyen las inundaciones en colonias de Chalco
Cuadros de depresión y ansiedad
De acuerdo con la licenciada en Psicología por la Universidad Nacional Autónoma de México, Irán Rojas, las personas que han perdido su patrimonio y sus vidas a consecuencia de esta emergencia pueden presentar cuadros de depresión, ansiedad, impotencia, rabia e incluso, en algunos casos, negación por lo que ya no está.
En el caso del señor José, la rabia que le generó no poder darle un funeral ni velorio digno a su hermano por las condiciones en las que se encontraba su casa, pues el agua ingresó a su domicilio, continúa mermando en su vida cotidiana. Declaró que en ocasiones no tiene ganas de ir a trabajar ni de pararse de una piedra a las afueras de su hogar donde se sentaba con su hermano.
“El señor José probablemente presente un cuadro de depresión a causa de todas las pérdidas, pues no solo perdió su hogar, sus pertenencias e incluso su fuente de trabajo, perdió algo más importante, a su hermano. Y ese duelo no lo vivió, probablemente ninguno de los duelos ha podido ser vivido de forma adecuada”, declaró la psicóloga.
La profesional de la salud también declara que tanto José, como todos los vecinos que perdieron algo por las inundaciones podrían desarrollar un trastorno de estrés post traumático por lo vivido, pues reconoce que quedarán secuelas en todas las personas que han vivido más de un mes entre aguas negras.
“Desde luego que van a quedar secuelas. Tener que vivir todos los años con el miedo a perderlo todo otra vez. Hay personas que probablemente desde meses antes de la temporada de lluvias estén pensando en qué hacer, o incluso ahorita, que terminan de limpiar pero otra vez llueve y se inundan. Es un círculo vicioso del cual piensan que no podrán salir nunca”, acotó Irán Rojas.
De acuerdo con información del gobierno del Estado de México, a través de las brigadas de salud se han otorgado poco más de 800 atenciones a la salud mental de los vecinos afectados en las colonias más inundadas.
Pese a los avances en los trabajos de desazolve y limpieza registrados durante esta última semana las personas que viven en Culturas y Jacalones no se confían, pues tienen miedo a adelantarse y tener que volver al inicio por las lluvias. Declaran que ya no pueden perder más, que han perdido todas sus cosas, la calma y las ganas de seguir viviendo en un lugar que podría volverse a inundar igual más adelante.
