La violencia en los últimos años se ha convertido en la dosis más letal para jóvenes mexiquense de 15 a 24 años de edad.
Así lo indican cifras del Inegi sobre las principales causas de mortalidad en territorio mexiquense durante 2018, pues de dos mil 85 defunciones en personas de 15 a 24 años de edad, las muertes por agresiones ocupan cerca del 25% con un total de 514.
A su vez, el Perfil Epidemiológico de Niños, Niñas y Adolescentes del Estado de México 2018, elaborado por el Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica (CEVECE) refiere que el 31.6% de los fallecimientos en el rango de edad de 15 a 19 años es por agresiones u homicidios. En ambas estadísticas, los accidentes viales ocupan el segundo lugar en causas de mortalidad.
En el tercer lugar no coinciden los conteos. El Inegi señala que este sitio lo ocupan los tumores malignos y leucemias, mientras el CEVECE considerda que son los suicidios o conducta suicidas.
Otros padecimientos que aquejan a los jóvenes son la depresión y las infecciones respiratorias y gastrointestinales, así como la morbilidad por embarazos, de acuerdo con la Clínica de Salud Multidisciplinaria de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
ENTORNO VIOLENTO
El problema de la violencia en jóvenes es multifactorial debido a la carencia de políticas públicas en materia de seguridad ciudadana, la nula cultura de la legalidad, así como la falta de oportunidades de estudios y trabajo, señaló la profesora de tiempo completo de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Cristina Pablo Dorantes.
Advirtió que aunado a ello las familias han desatendido a los niños, adolescentes y jóvenes.
“A los hijos no los perdemos en la calle, a los hijos los perdemos dentro de la casa al no escucharlos, al no atenderlos”, expresó.
Al no ser tomados en cuenta, dijo, los jóvenes se vuelven vulnerables a diversos escenarios como el suicidio o corren el riesgo de engrosar las filas de la delincuencia organizada.
La catedrática de la Facultad de Derecho expresó que ante la falta de atención y de políticas públicas, los menores o jóvenes también enfrentan condiciones de soledad, lo cual puede derivar en problemas de adicciones.
En la Encuesta Estatal de Juventud 2013-2014, del Instituto Mexiquense de la Juventud, se indica que en la entidad un 71% de jóvenes consumen alcohol; un 51%, tabaco y marihuana, un 14%.
“En la seguridad ciudadana debemos participar la ciudadanía, la familia, los expertos, las autoridades y las políticas públicas deben ser evaluadas”, señaló Pablo Dorantes.
Reiteró que la violencia es un fenómeno multifactorial y debe atenderse mediante la seguridad ciudadana en materia de prevención e incentivar la cultura de la legalidad.
La especialista comentó que le resulta sorprendente que ante el robo de un autómovil se reporte de inmediato y no suceda lo mismo cuando ocurre el extravío de una persona.
“Cuando una joven de 15 años no regresa a casa se especula que se fue con el novio, se empieza a criminalizar y se dice que deben pasar 72 horas, lo cual no es legal y la ciudadanía lo debe saber para exigir a la autoridad y la autoridad trabajar en ello”.
ACCIDENTES VIALES
Adicional a las muertes por agresiones o asesinatos, los jóvenes son víctimas de accidentes viales.
Cifras del Inegi señalan que en el Estado de México, durante 2018, la población de 15 a 24 años de edad sufrió 487 accidentes en general, de los cuales en 282 estuvo involucrado un vehículo de motor.
El citado estudio del CEVECE apunta que los accidentes viales significaron el 14.2% de las defunciones en personas de 15 a 19 años de edad, de los cuales la mayoría correspondieron a hombres, pues habrían estado involucrados casi tres varones por una mujer.
La doctora de consulta externa de la Clínica Multidisciplinaria de Salud de la UAEM, Diana Torres Montiel, opinó que este tipo de incidentes ocurren por la imprudencia al conducir, no respetar los límites de velocidad y el consumo de alguna sustancia.
Consideró que los sistemas de entrega de comida o el transporte colectivo privado, a través de aplicaciones móviles, podría subir el número de accidentes para los jóvenes, pues este tipo de empleos resultan atractivos para el sector juvenil, como una alternativa para obtener un ingreso económico extraordinario.
SUICIDIO
Al cierre de 2019 creció el suicidio entre los jóvenes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Torres Montiel consideró que esta problemática es multifactorial, al incidir el entorno social, así como la poca o nula comunicación entre padres e hijos para prevenir ese tipo de conductas.
También, pudiera asociarse a la falta de interacción entre familiares y al estrés o ansiedad generado en el ámbito escolar o laboral, añadió.
“Actualmente apreciamos que desde los 14 años y hasta una edad adulta no tenemos el alcance para diferenciar o nivelar la frustración en la casa, la escuela y en cualquier otro tipo de actividad como la deportiva o cultural”, explicó.