Ahora los jóvenes enfrentan mayores riesgos de contagio de tipo sexual -algunos incluso pueden poner en riesgo su salud y vida-, y lamentablemente no se asesoran con especialistas, sino que se guían por consejos de amigos o conocidos.
De acuerdo con Perla Eloísa González Sánchez, trabajadora social de la clínica de la Unidad Médica Familiar 222 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), los jóvenes que llegan a solicitar información sobre Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) es escasa.
“La experiencia que hemos tenido en la consulta de primer nivel de atención que es de tipo preventivo con los jóvenes sobre este tema, definitivamente ha ido en el sentido de que es muy escasa; sin embargo, hemos reforzado la parte de estrategias educativas, mediante los programas JuveIMSS y JuveIMSSJunior, mediante los cuales abordamos éste y otros temas importantes”, externó.
Cabe mencionar que las ITS son infecciones que se propagan de una persona a otra por medio de la actividad sexual, incluso por relaciones sexuales vía anal, vaginal u oral. Éstas son causadas por bacterias, parásitos y virus.
Asimismo, este tipo de padecimientos son infecciosos y transmitidos por el contacto sexual y el 50 % de los nuevos padecimientos se producen en personas de entre 15 y 24 años.
Mientras que entre las enfermedades más comunes de este tipo se encuentran: Tricomoniasis, clamidiasis, candidiasis o moniliasis vaginal, gonorrea o blenorragia, sífilis, chancro blanco, herpes, condilomatosis, hepatitis virales y VIH/SIDA.
Para la especialista, el hecho de que los jóvenes no acudan con los médicos especializados para informarse sobre estos padecimientos, se encuentra relacionado con su edad, motivo por el cual este instituto ha venido reforzando la parte de la educación hacia este sector de la población, priorizando el cuidado y prevención desde la familia.
“En las últimas semanas hemos llevado a cabo diversas actividades y acudimos a las instituciones educativas –principalmente de educación básica y media superior. Para evitar nuevos contagios siempre será importante el trabajo en familia, porque en este momento la tecnología tiene mayor cobertura y no siempre los datos que pueden recibir mediante esta vía son confiables”, indicó.
Jóvenes no se informan adecuadamente
González Sánchez destacó la importancia de que los jóvenes se involucren en estos temas, ya que en la mayoría de los casos los hijos no recurren a ellos y aceptan los consejos de amigos o de las redes sociales, sin ponerse a cuestionar si realmente son confiables.
“Las redes sociales nos están ganando a los padres de familia y especialistas a informar a los jóvenes, porque cada vez es mayor el número de personas que recurren a ellas, y no preguntan a sus padres que son quienes realmente los deberían de asesorar sobre ITS”, apuntó.
Pidió tomar en consideración que un adolescente siempre se acercará a otro, pero ambos pueden tener el mismo nivel de experiencia y conocimientos.
Aunque señaló que resulta complicado establecer alguna cifra o porcentaje sobre los jóvenes que tienen relaciones sexuales sin protección, sostuvo que en la mayoría de los casos lamentablemente ocurre así.
Sin embargo, en México se estima que casi la mitad de los jóvenes (45.6%) de entre 15 y 29 años ha mantenido relaciones sexuales sin preservativo en alguna ocasión.
Por su parte, especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señalan que en los últimos años, las ITS han ocupado los primeros diez lugares de morbilidad en nuestro país.
Por ende, la máxima casa de estudios considera que el primer paso a seguir después de haber tenido relaciones sexuales sin protección es estar al tanto de cualquier cambi en su cuerpo, como lesiones, ulceras, irritaciones o enrojecimientos.
También estar atento si se presentan flujos, secreciones inusuales en la vagina o uretra según sea el caso, comezón o malestar. Estos síntomas pueden presentarse el día siguiente o hasta tres meses después de ocurrido el encuentro sexual, pero lo mejor es acudir al médico cuanto antes para obtener diagnóstico y el tratamiento adecuado.
De igual forma, se destaca la importancia de fomentar el sexo seguro, pues ya sea por rebeldía, por falta de información o de conciencia, los jóvenes no conciben que podrían estar en riesgo, pero en realidad es el grupo más amenazado.
En cuanto a los métodos de protección sexual existen dos grupos: métodos de barrera y métodos anticonceptivos. En la adolescencia los métodos anticonceptivos más efectivos son el DIU y el implante subdérmico. Además, es fundamental que se utilice condón para prevenir las infecciones de transmisión sexual. Las ITS se previenen si se utiliza condón femenino o masculino.
“No solamente los jóvenes se enfrentan ante la posibilidad de adquirir una ITS si no se cuidan cuando llevan a cabo relaciones sexuales, ya que existe el riesgo de un embarazo no deseado, con el cual se limitan las posibilidades de que este sector de la población concluya su preparación educativa o se desarrolle de manera profesional”, sostuvo Perla González.
Ante ello, recordó que existe un buen número de métodos de planificación familiar, desde los temporales, hasta los definitivos, a los cuales pueden acceder los jóvenes visitando los módulos que para dicho propósito operan en el IMSS.
“Las personas no requieren estar afiliadas al instituto para poder acceder a información de planificación familiar; ante ello también en los módulos les podemos informar sobre ITS más comunes, como el papiloma y el VIH. Este tipo de padecimientos se deben tratar a tiempo para que no se ponga en riesgo la vida de las personas”, puntualizó.
Ante dicho panorama, subrayó que existen padecimientos sexuales que no presentan sintomatología hasta después de 30 o 60 días, por lo que también representa un riesgo de que otras personas se puedan infectar.
“No podemos dejar únicamente a los centros escolares la responsabilidad de brindar información sobre padecimientos de tipos sexual o enfermedades, ya que como padres estamos obligados a platicar con ellos, lo mismo sobre éste que otros temas propios de su edad”, externó.
También lamentó que existan planteles educativos en donde todavía impera el tabú y límites para hablar sobre estos temas, e incluso antes de ingresar cuestionan al personal del IMSS sobre ello.
“No existe toda la apertura para que podamos hablar en las escuelas sobre sexualidad, y aunado a esto los jóvenes no tienen la disposición para aprender del tema de sexualidad porque se encuentran en su etapa de miedo, crecimiento y desarrollo”, expresó.
En este tema, dijo, se debe tomar en consideración que muchos adolescentes y jóvenes lamentablemente acceden a las drogas, alcohol o el cigarro, con la mala influencia de algunos medios de comunicación y amigos o conocidos.
“La sexualidad es parte de nuestro cuerpo, pero siempre es mejor informarse adecuadamente y ser muy responsables, porque existen muchos métodos para prevenir las ITS”, concluyó.