Aunque la tendencia al suicidio lamentablemente ha ido a la alza en México, las autoridades en materia de Salud no dimensionan la gravedad del problema y únicamente destinan alrededor de un 2% del presupuesto, cuando lo mínimo e ideal debería ser un 7%.
Al participar en la conferencia: "El suicidio, un grave problema social", en el auditorio del parque Metropolitano Bicentenario de Toluca, el cual fue organizado por Neuróticos Anónimos Doce Pasos, grupo Bienestar Común, el psicólogo Raúl Enrique Villafaña Uriarte, en compañía del padre Daniel Valdez García, indicó que en estos tiempos son los jóvenes quienes más se suicidan.
Por ello, el especialista pidió a los padres de familia estar atentos al comportamiento de sus hijos, sobre todo, cuando presentan algún síntoma de depresión.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), anualmente se estima que ocurren al menos mil 291 suicidios en territorio nacional debido a una atención inadecuada, lo que representa 5.1 casos por cada 100 mil personas.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera a este fenómeno como un problema grave de salud pública generado por factores psicológicos, sociales, biológicos, culturales y ambientales.
“En los últimos años como sociedad hemos vivido cambios sumamente radicales en todos los sentidos y a pasos agigantados, lo mismo en la familia que en otras facetas de la vida”, expresó.
También mencionó que el ser humano asume básicamente tres tipos de comportamiento: Neurótico (todos estamos en este nivel), perverso (que obra con maldad) y psicótico (enfrenta una enfermedad mental).
Una de las principales causas de muerte
Actualmente, el suicidio constituye la segunda causa de defunciones en el grupo de 10 a 24 años y una de las principales causas de muerte entre los jóvenes a nivel mundial, solo después de los accidentes.
En su intervención, el sacerdote Daniel Valdez aseveró que el suicidio por sus características debe tratarse como un problema de salud pública a nivel mundial.
Entre los factores de riesgo de conducta suicida, se encuentran: presentar algún trastorno mental, enfermedad física, la existencia de intentos previos o de historia familiar de suicidio, factores demográficos (edad o sexo), psicosociales y étnicos.
De esta forma, resaltó que sociólogos como Masaryk y Durkheim, se refieren a la religión como un factor protector frente al suicidio, sobre todo cuando es mayor el grado de participación o importancia en la vida cotidiana.
El suicidio, explicó, es el resultado de la confluencia de multitud de situaciones y factores que se combinan entre sí para generar un abanico de conductas suicidas.