Jueves de Corpus, no es el día de las mulitas: vicario de la diócesis de Toluca

Esta festividad nos compromete a ir bien vestidos y no como en la playa, señala Guillermo Fernández Orozco.

Por Rodrigo Miranda

  · jueves 31 de mayo de 2018

Foto: Mariano Soriano.

La festividad de Corpus Christi no es el día de las mulitas sino más bien se celebra la sangre y el cuerpo del señor, señaló el vicario de la diócesis de Toluca, Guillermo Fernández Orozco, quien añadió que esta festividad compromete a los católicos a vestir de manera digna al acudir a la iglesia y no como en la playa, es decir, respetar los lugares de culto.

Este día, explicó en la ceremonia eucarística celebrada en la Catedral de Toluca, se celebra el recuerdo vivo de que Cristo se quiso quedar como alimento en un pedazo de pan y un vaso de vino, que después de la consagración se convierte en el cuerpo de la sangre del señor.

“Este día se celebra el acto supremo de Cristo que se quedó como alimento, de tal suerte que ahí en la hostia consagrada está Cristo. En pocas palabras se celebra el amor de Jesús que se hizo alimento”, enfatizó la autoridad eclesiástica.

La festividad, recalcó, compromete a la feligresía que siempre al entrar a una iglesia y ver una vela o lámpara roja, está alguien y es el señor, por tanto si no puedes hincarte, estás obligado a hacer una reverencia, “pero también nos compromete a enseñar a los niños que está ahí el señor”, agregó.

Foto: Mariano Soriano.

También compromete a los católicos a que cuando vayan a la iglesia, lo hagan bien vestidos y no como si estuvieran en la playa, “no es posible que los hermanos protestantes cuando van a su culto van bien vestidos, esto nos recuerda que tenemos que respetar los lugares de culto”, enfatizó.

Afirmó que no es el “día de las mulitas” como muchos dicen, “esa tradición de las mulitas es porque cuando se llevaba a cabo esta procesión en la Ciudad de México coincidía con la llegada de la mercancía que provenía de otros estados y la trasladaban en mulas”, aseveró.

Ante ello, el vicario de la diócesis de Toluca hizo un llamado a las feligresía reunida en la Catedral de Toluca a celebrar el día con dignidad, respeto y alegría.

Foto: Mariano Soriano.


La historia

Monseñor Guillermo Fernández Orozco explicó que a lo largo de la historia de la iglesia ha habido muchos milagros eucarísticos o manifestaciones donde incluso han quedado objetos o signos que nos indican que hubo algo especial.

Una de esas manifestaciones, narró, dio origen a la fiesta de Corpus Christi y sucedió a mitad del siglo 13 cuando se presentó una situación complicada debido a que algunos reformadores empezaron a negar la presencia real de cristo en la eucaristía. Así, desde Praga, se dirigió un sacerdote a Roma para preguntar y encontrar una respuesta a esa interrogante.

Al entrar a la iglesia de Santa Catarina pidió permiso para celebrar la misa y le asignaron una capilla lateral dedicada a San Pedro y cuando el sacerdote, ya cerca de comulgar, fraccionó la ostia, cayeron gotas de sangre sobre el pequeño mantel antes de colocar el cáliz.

Ante la sorpresa, comentó que otras gotas de sangre cayeron en la loseta de mármol que penetró y desde ese momento el mantel o corporal se ha conservado presente, inclusive se construyó toda una iglesia monumental para honrar este hecho.

De hecho, dio a conocer que se han hecho estudios de la sangre y ha dado como resultado que se trata de sangre humana y coincide con la sábana santa donde estuvo envuelto el cuerpo del señor, así como la sangre del sudario.

Una vez que el Papa fue avisado de lo sucedido, fue al sitio y se arrodilló ante el corporal, para luego instituir a partir del año de 1263, el jueves de Corpus Christi.


El milagro

El vicario de la diócesis de Toluca platicó que, aquí en la capital del estado, hace unos años le tocó estar en la clausura del jubileo en la parroquia de El Sagrario y al terminar la misa, junto con el padre, señaló, pasaron a descansar a la sacristía. Ahí, dijo , se les quedó viendo un niño que iba a ser operado de un ojo, ya que siendo pastorcito se cayó y se le ensartó una vara que dañó su ojo.

Ese día, recordó era jueves y el sábado tenía que presentarse en el hospital. En ese momento, añadió monseñor Guillermo Fernández, el padre le dijo al niño, pídele a Jesús que te cure y fue así, que el niño repitió tres veces, “Jesús cúrame, Jesús cúrame, Jesús cúrame”.

Posteriormente, ya el lunes que se presentó para ser operado y extraerle el ojo, el médico -al revisarlo- le preguntó a la mamá que si le había hecho algo y ella sólo contestó que el jueves había acudido a la procesión del jubileo y le gritó a Jesús que lo curara y por tanto, milagrosamente el ojo que tenía medicamente perdido, lo recuperó.