Julio César Hernández Arellano, de 26 años, desapareció el 11 de septiembre del año pasado en Las Choapas, Veracruz, lugar al que llegó para bachear carreteras pues un ingeniero lo había invitado, pero, desde entonces, no se sabe nada de él.

Su familia, originaria del municipio de Tenancingo, reconoció que está desesperada pues no cuenta con los recursos para organizar búsquedas en el estado de la costa este del país, por lo que, lamenta, queda a voluntad de las autoridades; sin embargo, no hay avances en el caso.

El día que Julio desapreció sus compañeros de trabajo relataron que recibió una llamada telefónica por la madrugada, se vistió y salió, sin volver a verlo.

“Hasta ahorita no hemos tenido avances, me hablaron de la Fiscalía General de Justicia de aquí del Estado de México y dijeron que ya van a tener unas órdenes de aprehensión, que nos iban a citar para que nos presentaramos en los juzgados, pero ya no hemos sabido nada de mi hijo”, comentó José Luis, padre de Julio.

Además de la desesperación y el dolor de la ausencia, la falta de dinero para poder seguir con los trámites de búsqueda y desplazarse a Veracruz ha convertido los días de la familia Hernández Arellano en un tormento.

“Me hablaron que habían encontrado una fosa clandestina, que fuera a ver si ahí había algo de mi hijo, pero no, no podía porque estamos bajos de recursos, al final me dijeron que ahí no estaba Julio”.

Además, pese a que el celular del joven ha permanecido encendido, no ha sido geolocalizado, lamentó José Luis, por lo que teme que las investigaciones sean lentas y que los meses que pasan sean un factor que determine si encuentra o no a su hijo.

Con el llanto atorado, reconoció que de vez en cuando le pone saldo al teléfono de Julio, con la esperanza de que un día pueda llamar a casa y decir que está bien.

Por ello, pidió a las autoridades de Veracruz y del Estado de México que intensifiquen las diligencias, así como a la población de Las Choapas que si han visto a Julio, lo reporten a las autoridades.

Julio César mide 1.52, es de complexión delgada, tez blanca, ojos cafés chicos, tiene un tatuaje en la mano derecha con el nombre de Kimberly y una cicatriz en la ceja derecha. Su familia lo espera en casa, si usted tiene datos que puedan llevar a su paradero, se puede comunicar al 800 89 029 40.