La reasignación de las diputaciones locales de representación proporcional, a manos del Tribunal Electoral del Estado de México (TEEM), marca el inicio de la disputa por el poder político de la entidad.
Los comicios locales del primero de julio fueron el escenario ciudadano para la alternancia electoral, pero ahora comienza la verdadera batalla entre las elites políticas que pelean su derecho a la hegemonía.
Las hostilidades han sido detonadas por la supuesta sobrerrepresentación de Morena en el próximo Congreso local, partido que en el juego de números había salido favorecido.
Y es que tras las votaciónes, la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PT-Encuentro Social) ganó 42 de las 45 diputaciones locales de mayoría.
Sin embargo, en la distribución de los triunfos Morena sea adjudicó 21 curules de mayoría, mientras el PT se quedó con 11 y Encuentro Social 10.
Dicha conformación permitió que Morena tuviera derecho a otras 10 diputaciones de representación proporcional, con lo cual sumaba 31 de manera individual y 52 curules con sus aliados.
Pero no era todo, PAN y PRD cuestionaron que Morena sumaría a sus 31 diputados otra decena de legisladores del PT y Encuentro Social, quienes en realidad habían sido aspirantes del partido de Andres Manuel López Obrador.
Al margen de los argumentos jurídicos, lo cierto es que la asignación de los 10 legisladores plurinominales de Morena fue avalada por el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), a quien ayer los magistrados electorales le corregieron la plana.
La disputa no es menor. Antes del fallo del TEEM, Morena estaba cerca de contar con la mayoría de 38 de los 75 diputados locales, sin incluir a sus aliados del PT y Encuentro Social.
Ahora los números cambian, las estrategias también, y ante un gobierno estatal emanado del PRI, Morena deberá ir al Tribunal Federal Electoral para no perder terreno en el próximo Congreso local. La disputa ya comenzó. *