Entre cohetones, música y comida, miles de feligreses festejaron a la Virgen de Guadalupe en su día. En una de tantas ceremonias religiosas celebradas, Víctor Limón, pidió a los fieles que la presencia de La Guadalupana en los hogares no sea en vano.
Prácticamente desde la noche del sábado los cohetones no dejaron de sonar e incluso, al ritmo de música de mariachi, banda y hasta marimba, las tradicionales mañanitas se escucharon en diversos templos, mezquitas, barrios, bases de taxis para honrar a la Virgen de Guadalupe.
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Al medio día, templos católicos ofrecieron la tradicional celebración eucarística, a la que asistieron miles de devotos cargando su imagen. Una de estas emotivas ceremonias religiosas se llevó a cabo en la iglesia de San Francisco Tlalcilalalcalpan, donde los pobladores acudieron con su Virgen a participar de la misa.
En su homilía, el sacerdote Víctor Limón, invitó a los presentes a profundizar en la aparición de la Virgen de Guadalupe en el año de 1531.
“Somos muy privilegiados, pues somos el único país y pueblo que tiene una imagen que no ha sido pintada por el hombre sino por el mismo Dios”, dijo a los presentes reunidos en el atrio de la parroquia de San Francisco de Asís.
Aunado a esto, detalló que si hay pleitos ya sea entre esposos o hermanos, la presencia de la imagen de la Virgen de Guadalupe es en balde. “Hay que darle gracias a la Virgen porque ha puesto su mirada en nosotros, gracias por preocuparte por nosotros, gracias por escuchar nuestros ruegos, auxilio protección y defensa”, aseveró el sacerdote Víctor Limón.
Finalmente hizo un exhorto a los fieles católicos para escuchar y su obedecer la palabra de Jesús y amarse los unos a los otros, para que la presencia de la Virgen de Guadalupe en los hogares no sea en balde.