La guerra es injustificable: Rigoberta Menchú Tum 

La Premio Nobel de la Paz 1992 dictó la conferencia magistral “Retos para la protección de las lenguas maternas"

Rodrigo Miranda | El Sol de Toluca

  · jueves 28 de abril de 2022

Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz 1992. Foto: twitter @CODHEM

El mundo actual tiene muchos peligros y está claro que todo aquello que hace violentar el sistema de vida no debe existir, por lo que aseguró la Premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú Tum, la guerra no es algo injustificable.

En su conferencia magistral “Retos para la protección de las lenguas maternas”, celebrada en la Universidad Intercultural del Estado de México como parte del Foro Internacional “El mundo nos espera, conversemos”, organizado por la CODHEM, dio a conocer que en el planeta hay 370 millones de personas que pertenecen a pueblos indígenas.

Ante la presencia de la presidenta de la CODHEM, Myrna García Sorón, explicó que tan solo en México, Centroamérica y Costa Rica hay 32 millones de miembros de pueblos indígenas.

En tanto, dio a conocer, en México hay por lo menos más de 25 millones que dicen que son indígenas, de ahí la necesidad de preservar las lenguas no solo años sino siglos.

La conferencista agradeció la oportunidad de abrir la puerta de la ciencia, tecnología y de los saberes de ancestros, para poder rendir un homenaje a abuelas y abuelos que aquí estuvieron en dicho territorio, pues, dijo, de ellos viene el conocimiento.

Lamentó que hoy día no se les dé el lugar que merecen y que muchos piensen que los pueblos indígenas sólo están en museos, hecho que no es así, subrayó, pues están aquí con sus lenguas.

Foto: ilustratiiva | ALINE BEATRIZ SUÁREZ DEL REAL ISLAS, GPJ MÉXICO

Rendimos homenaje a nuestra conexión con el cosmo, este oxigeno que alimenta nuestro sentir, pensamientos y células, que hacen posible que nosotros crecemos y podamos cumplir nuestra misión en el planeta”, enfatizó.

No es suficiente, mencionó Menchú Tum, solo portar un huipil para representar a los ancestros, sino también cumplir una misión e invocarlos, pues ellos también tuvieron ciencia y tecnología, así como una forma de vida.

Una tarea de los pueblos indígenas, subrayó, es preservar la dignidad del ser humano y promover armonía y equilibrio, es decir, que el otro escuche al otro y lo valore.

Para nuestros pueblos paz es buena vida, pero también plena vida. Tenemos fortuna espiritual, todo lo que significa la vida”, añadió la Premio Nobel de la Paz 1992.

Reconoció que hoy el mundo tiene muchos peligros, sin embargo, dejó en claro que todo aquello que hace violentar el sistema de vida no debe existir, por lo que aseguró la guerra no es justificable.

Asimismo, expresó que la Universidad Intercultural del Estado de México es una huella en este corazón de México y el mundo, donde no solo se recuerda sino se estudia al sistema ancestral.

También habló sobre el feminicidio y de cómo miles de mujeres mexicanas lucharon para ayudar a la definición y tipificar el delito.

La humanidad tiene que ser sensible, defiendan sus convicciones como forma de vida”, finalizó Rigoberta Menchú Tum, en su conferencia magistral.