La alternativa hoy es justicia digital necesaria, indispensable, afirmó el jurista Miguel Carbonell, quien consideró que consolidar este sistema no sólo tarea de los poderes Judiciales sino de toda la comunidad jurídica y, en especial, de los legisladores que adeudan en la actualización del marco jurídico.
Al dictar la conferencia El reto de transitar hacia un modelo de justicia digital en México, con la que el gobierno del estado adelantó la conmemoración del Día del Abogado, expuso que la justicia digital tiene matices que dependen de la materia de que se trate y de qué tan actualizado esté el marco jurídico que las rigen.
Invitado por las secretarías General de Gobierno y de Justicia y Derechos Humanos, Miguel Carbonell, subrayó a los juicios administrativos como el antecedente de la justicia digital en México, pero habrá materias que requieren pensarse más, por ejemplo para determinar en qué actos procesales se puede dar celeridad.
Entre los puntos a los que llamó a poner atención está la firma electrónica para acreditar la personalidad de los participantes, por lo que propuso hacer un esfuerzo nacional para contar una firma electrónica única compartida que permita desarrollar actos procesales a nivel federal y de todos los poderes Judiciales del país.
Estimó que esta firma electrónica también debe ser permitida también para trámites administrativos, pues hay muchos problemas jurídicos que se podrían resolver de manera muy acelerada mediante la mediación, el arbitraje o la conciliación; incluso previó que pudiera utilizarse para actos notariales.
La pandemia cambió el concepto de infraestructura, apuntó, hoy implica tecnología y reconoció que si bien el Estado de México, Querétaro y Nuevo León han avanzado mucho, no es la regla general en el país.
Propuso invertir en: una Oficialía de Partes Virtual, en expediente electrónico que requiere una gran capacidad de almacenamiento, recuperación y transmisión de datos, un Sistema de Notificaciones Virtual, audiencias telemáticas y crear un catálogo de incidencias en esas audiencias.
Consideró que toca también a los abogados invertir en tecnología y capacitación para no estar rezagados, pues pronosticó que ya no se va a regresar a los sistemas anteriores, pues la tecnología debe verse como algo consolidado, pues la justicia digital hace más fácil el trabajo y permite acelerar trámites procesales.
Llamó a intensificar la capacitación, pues hay una reticencia a la tecnología por parte de la profesión jurídica por desconocimiento, no por mala fe sino porque se tiene un cierto miedo a lo que no se conoce, pero las nuevas tecnologías son muy amigables.
También pidió a los abogados tener muy claro el contexto del futuro en la profesión jurídica, pues se necesita acelerar la impartición de justicia, acelerar el costo de los juicios y mejorar el acceso a la justicia, pues de acuerdo con el Banco Mundial, sólo 50% de la población tiene acceso a los tribunales, lo que se puede mejorar a través de la tecnología y la justicia digital, concluyó.