Toluca, México.- Desde hace seismeses, Sandy tiene una rutina que anota a diario en una libreta conuna lista larga de direcciones, teléfonos y páginas deperiódicos con la sección del anuncio clasificado que busca cadalunes. Las ofertas descartadas, las tacha con una línea roja y adiario anota otras opciones más, las cuales debe atender despuésde dejar a sus dos pequeñas en el kínder: su realidad actual esla de una madre desempleada, que lleva cuatro meses en la mismahazaña de conseguir trabajo.
“Salgo todos losdías desde hace cuatro meses a buscar lo mismo, pero la mayoríade los trabajos es de mucho tiempo y poca paga, sin prestaciones, ylo que ganas se va en pasajes”, revela Sandy, con la experienciade haber aceptado esas opciones que se ofrecen en las oficinas delempleo y los anuncios del periódico, donde su sueldo era de mil amil 500 pesos por quincena.
El escenario es aún máscomplicado, una vacante para una madre soltera como ella no esfácil de hallar, todos los empleadores requieren de disponibilidadde horario, tanto de día como de noche, lo que le hace imposibleatender a sus hijas que acuden al preescolar.
“Le he intentadocon trabajos de ese tipo pero no he podido con mis hijas, deboatenderlas, llevarlas a la escuela y recogerlas porque no tengoquién lo haga”.
Sandy ayer salió de su casa como loha hecho desde hace cuatro meses, su destino fueron los estantesque se instalaron en la Concha Acústica en el centro de la ciudaddurante la mañana. Allí llegó temprano y a tiempo para llenarlas solicitudes que les piden los empleadores, no demoró más decinco minutos en hacerlo.
Llevó consigo todos sus documentos:acta de nacimiento, comprobante de domicilio, fotografías tamañoinfantil, cartas personales de recomendación, porque no tiene delas laborales, su solicitud elaborada, certificado de secundaria yboletas de los dos años y medio de la preparatoria que cursó,aunque está consciente que no le sirven de mucho, pero sabetambién que entre más estudios compruebe, mejor es elempleo.
-Traigo todo siempre listo, por siesta vez sí se puede, -explica la joven, con una mochila colgadaal hombro que contiene la carpeta amarilla de sus papeles y la cualprocura tener impecable.
Su vestimenta y persona quisieratambién traerlas impecables, pero desde hace semanas no conciliael sueño y apenas le alcanza el tiempo para peinarse, lo mucho quepuede lucir es su pantalón de mezclilla y su chamarra que le hacejuego, con el cabello recogido y una simulada sonrisa, pero susojeras le delatan. Su lucha diaria es contra el desempleo y el quesus hijas tengan que comer.
“Mis papás meayudan un poco, ahí me quedo con ellos y el papá de mis hijas meda un poco, pero pues nunca alcanza”.
Related contentEl Instituto Nacional deEstadística y Geografía (Inegi) reportó que de abril a junio,cerca de 7.3 millones de personas se encontraban ocupadaslaboralmente en el Estado de México, lo que implicó un incrementode 206 mil 012 personas respecto a las del segundo trimestre de2016.
La Encuesta Nacional de Ocupacióny Empleo (ENOE) del instituto correspondientes al segundotrimestre de 2017, destaca que la población subocupada en laentidad asciende a 529 mil 099 personas y representa 7.3% de lapoblación ocupada, proporción menor al 9.8% reportado en elmismo trimestre de 2016.
En esos números, el nombre de SandyBecerril no aparece, ni en el porcentaje de ocupados, tampoco en elde subocupados.
Su nombre es parte de las boletas deencuestas que fueron tachadas como desempleados del Inegi. De ungrueso de mexiquenses que absorbe 270 mil 571 personas.
En los estantes a donde llegó lajoven madre ayer, la mayoría de ofertas de empleo eran paraguardias de seguridad, auxiliares generales, ayudantes industrialesy para ventas. Todas esas opciones ya las ha probado antes, por loque esta vez tampoco hubo suerte.
A decir del responsable de laOficina de Empleo del Ayuntamiento de Toluca que orientaba en losestantes a los solicitantes, una vez llenado el formato que seentrega, las empresas tardan 15 días para responder si es apto ono. Sandy lleva cuatro meses a la espera de esa respuesta y suhazaña continúa.