Las manos no se cansan, pese a que han estado brocheando en zig zag por horas. Trazan contornos y luego los rellenan para formar unas letras enormes que abarcan toda la plaza de Los Mártires dela ciudad de Toluca.
Los más pequeños, los niños y niñas, hijos e hijas de los presos de los que piden amnistía, corren con cubetas por la plancha para llenarlas con pintura y seguir brocheando.
Mientras están en su cometido, allí afuera, todos los ignoran, pasan de forma habitual ignorando la pintura fresca y los rostros que aparecen en las fotos expandidas que las mujeres portan colgadas como pendones en el cuello.
Por eso, las letras enormes, las que pintan, es su forma de protesta y al final, cuando acaben éstas dirán: "Plaza de la Libertad", y "Rompiendo Cadenas", y repetirán: "Libertad y "Justicia".
“Aquí va la frase larga y acá son palabras solas”, explica una joven con vestido blanco, frondoso por el calor que hace este jueves en la plaza de Los Mártires.
Ella, la joven de cabellos castaños claros y con el perfil ajeno a las playeras que tienen los estampados con fotos de presos y sombreros de palma, también está allí por un “injustamente preso”.
Más allá, en una de las jardineras, una pareja de abuelitos están vencidos por el sol y buscaron un poco de sombra. Hacia ellos corrió un pequeño que les dijo: “abuelos”, y quien les pregunta a qué hora terminarán.
“Mira, allá está tu mamá, la de la playera”, le señala el hombre al niño que le pregunta.
El hombre le explica que allá, entre los que traen las brochas, está su madre y que está ocupada, y entonces el pequeño asiente y entiende que debe ser paciente.
El pasado 5 de octubre, en un hecho histórico en el Estado de México, el Poder Judicial entregó 134 amnistías en ceremonias simultáneas en los Distritos Judiciales de Ecatepec, Tlalnepantla y Tenango del Valle.
Se entregaron amnistías a mujeres y hombres, así como a quienes ya contaban con el beneficio del brazalete electrónico, que se les retiró en estas jornadas.
Pero aún restan más de mil solicitudes de amnistía para presos en cárceles del estado de México. Y sus familias no se cansan y cada jueves continúan regresando a la plaza de Los Mártires pidiendo el decreto de libertad.