Esta historia de miedo sucedió en el municipio de Ixtlahuaca y fue contada por un funerario, quien aseguró que el cadáver de una mujer se negaba a regresar a su casa para ser velada y sepultada, después de morir en su negocio.
El hecho sobrenatural, según Ricardo García, ocurrió en una comunidad perteneciente al municipio antes referido, cuando familiares de una mujer, solicitaron el servicio funerario a su negocio.
Ellos, relató, llegaron como cualquier cliente para realizar el servicio funerario de su familiar: una mujer que había fallecido en el interior de un negocio.
Una vez liberado todo el papeleo, narró, “procedimos a ir por el cuerpo y antes de avanzar en la carroza recuerdo que dejé las llaves de la carroza en la mesa”.
Una vez que se llegó la hora de ir por el cadáver, refirió, de forma inexplicable se extraviaron las llaves de la carroza que minutos antes había dejado en la pequeña mesa.
“Entre los familiares de la mujer fallecida, mis trabajadores, mi hermano y yo, nos pusimos a buscar cómo locos las llaves que había dejado en el escritorio y nunca las encontramos”, añadió Ricardo.
La desesperación de los familiares, expresó, fue tal que optaron por llevarse otra carroza.
Ya con el cuerpo de la mujer en la carroza, emprendieron el camino rumbo a su casa ubicada en la comunidad de San Bartolo, pero a una cuadra de llegar, dijo, de forma repentina la camioneta se descompuso.
“A una cuadra de llegar, la camioneta se jaloneo y se paró. Ya no pudimos arrancarla de nuevo y tras varios minutos de intentarlo, los familiares decidieron llevarse el ataúd cargando”, añadió Ricardo García.
Tras dejar el cuerpo en la vivienda, aseveró, volvieron a la carroza y en un solo intento, la carroza volvió a arrancar como si nada.
“Todo fue tan raro porque después de que dejamos el cadáver, volvimos a la carroza y volvió a arrancar. Regresamos sin contratiempos al negocio”, destacó el funerario.
Lo más impresionante, agregó, fue que al llegar al negocio, las llaves de la primera carroza que habían desaparecido. estaban en la mesa.
“Yo creo que la mujer muerta no quería que la lleváramos a su casa, quizá por algo, por eso nos escondió las llaves y provocó que la otra carroza se descompusiera”, afirmó con seguridad.
Ya después de estos hechos sobrenaturales, finalizó, se enteró que efectivamente la mujer muerta tenía problemas familiares constantes y dedujo que esa fue la causa de que el cadáver no quería volver a su hogar.
“No hay otra explicación, primero las llaves y luego la carroza, era obvio que la mujer muerta no quería volver a su casa, por eso nos puso tantas trabas”, finalizó.