Temascaltepec, México.- Antes que caiga la mañana, don Pedro García sube a los llanos para iniciar su cosecha de hongos. Sólo esta temporada de lluvias se puede aprovechar, pues este alimento crece únicamente de junio a agosto en los montes que dan a la entrada de la región sur del Estado de México.
Eso lo sabe el campesino y por ello apremia su cosecha silvestre. "Hay que caminar mucho llano y monte pa' encontrar los honguitos, ganarle a los animales, porque si los jayan, se los acaban", explica don Pedro.
Esta mañana fue de cosecha y de venta, aunque el día fuerte es el domingo, pero la temporada ya casi acaba y los hongos se van.
Sobre la carretera Toluca-Sultepec, justo en la desviación a Temascaltepec, se asienta el pequeño ejido de San Andrés, ahí habitan don Pedro y su familia, de labor campesinos y por temporadas hongueros, por describir de alguna forma su labor a la que se dedicada toda la comunidad.
"Antes de las seis de la mañana nos vamos con las canastas al monte, hay de muchas variedades pero sólo lo cosechamos unas dos veces por semana", menciona el campesino.
Los hongos silvestres son una forma de sustento para las familias en San Andrés, pues las cosechas de avena y maíz escasean y hay pocas ventas.
Todo se vuelve carencia en esta región del estado. El hongo se convierte cada año en su sustento y alimento.
"¡Si no se vende, pos' no lo comemos! No se desperdicia", relata don Pedro.
En la carretera Toluca-Sultepec, justo en la desviación a Temascaltepec, cada domingo se instalan a borde de carretera los hongueros, quienes ofrecen de todas variedades.
Los hay de champiñones, el tejamalero, el escobeta, clavo de oyamel, el chicale y otras especies que sólo crecen en la región de Sultepec y Temascaltepec.
“Tengo 59 y dos chamacos; me enseñé a cosecharlos, antes nos los llevábamos a los tianguis y mercados, pero ya no hay mucho pa' cosechar”, recuerda don Pedro.
Pese a que la región es rica en este tipo de especies vegetales, en las comunidades no existen proyectos productivos para explotarles de mejor forma, no le miran un negocio real, solo el autoconsumo y eso es suficiente para los hongueros del sur.
“Son muy delicados, con la lluvia se rompen, hay que saberlos tratar”, explica el honguero.
Con su canasto y sus hongos expuestos en pequeños maceteros, don Pedro se instala a pie de carretera unas dos veces por semana. De la vendimia saca al menos para el gasto diario.
En pocas regiones del estado, e incluso del país, se mira esta actividad de cosecha y comercialización de los hongos a lo tradicional, junto con la tala, los hongueros parece que también se extinguen, dice don Pedro.
“Ya no hay muchos bosques, ya no hay dónde cosechar los hongos”, externa el campesino mexiquense, mientras agrupa sus hongos en los maceteros.
En unas semanas más se irán las lluvias, eso lo sabe don Pedro, y junto con ellas los hongos. Habrá que aguardar la siguiente temporada para volver a la monte a la cosecha. Así es la tradición, en esta ruta del hongo.
Para tomar en cuenta:
3 meses dura la temporada de hongos
De 2 a 3 veces por semana se cosechan
Unas 20 especies de hongos crecen
40 pesos cuesta la bolsa de hongos
Unas 3 comunidades se sostienen del hongo
FRASE
Antes de las seis de la mañana nos vamos con las canastas al monte, hay de muchas variedades pero sólo cosechamos unas dos veces por semana.
Pedro García, honguero de Temascaltepec.