A unos días de que inicie la temporada de lluvias del 2023, el Río Lerma, considerado como el afluente interior más largo de México y el segundo más extenso del país, ha disminuido considerablemente su nivel, lo que ha evidenciado las grandes cantidades de basura que obstruyen las trampas de lirio colocadas en diversos tramos en su paso por los municipios de Lerma y San Mateo Atenco.
Bolsas de basura, botellas de plástico y vidrio, botes y tambos de plástico, llantas, colchonetas y hasta colchones, es parte de la basura que puede ser vista a las orillas de este río que cada temporada de lluvias pone en alerta a autoridades y habitantes de San Mateo Atenco y Lerma, debido a su riesgo de desborde.
En las últimas décadas, el Río Lerma ha incrementado sus niveles de contaminación, situación que ha puesto en riesgo a los habitantes y animales asentados a sus orillas, además de que, debido a sus condiciones generales, ha fungido como “cementerio” de víctimas de delitos como homicidio y desaparición.
Cabe mencionar que, en el marco de las campañas electorales, alrededor de 50 integrantes de juventudes de Morena se manifestaron en Toluca el pasado 26 de abril para evidenciar la contaminación del agua de este caudal, acusando el abandono de los gobiernos estatales y municipales en turno a lo largo de casi cien años.
Este no es el primer intento de rescatar al Río Lerma, pues con anterioridad la asociación no gubernamental “H2O Lerma con encanto” ha emprendido acciones para visibilizar la contaminación de este río, así como su saneamiento con ayuda de cascarón de huevo.