Toluca, México.- No se trata de que a los ciudadanos nos den armas para defendernos, la seguridad ciudadana habla de otras cosas, de la participación para la prevención del delito no para poder actuar al momento o después de que se esté ejecutando el delito, señaló Cristina Eugenia Pablo Dorantes, coordinadora de la licenciatura en Seguridad Pública de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
Ejemplificó el caso de contar con un arma en casa -lo cual está permitida en la Constitución si se posee legalmente-, pero eso no frena al delincuente para entrar a robar a ese domicilio; de ahí que derivado de la situación de violencia que vivimos hemos estado viendo la reacción de las personas que son los linchamientos y aún así no reduce la incidencia delictiva.
Respecto al adiestramiento impartido por los ayuntamientos a las mujeres para defenderse de la violencia de género, afirmó que para ser un experto en artes marciales se requiere, mínimo, un año de capacitación, aunque la defensa personal puede requerir menos tiempo y está bien para aplicarla en la misma casa; sin embargo, eso no soluciona los problemas de criminalidad,
Indicó que la seguridad ciudadana habla de la capacitación para la prevención del delito y no para actuar al momento o después de que se esté ejecutando el delito, “aquí necesitamos hablar con el sector salud, necesitamos poner vacunas para no enfermarnos o cambiar el chip como cuando fue la pandemia del H1N1, que cambió hasta la cultura de los niños en el kinder, poniendo sus manitas para que les pongan gel antibacterial”.
La maestra Cristina Eugenia Pablo dijo que algo similar se tiene que hacer con la cultura de prevención del delito, desde los niños de preescolar y primaria se les enseñe una cultura de la legalidad para evitar ser sorprendidos por las autoridades, hasta lo que debemos hacer los ciudadanos respecto del gobierno, pero no darnos elementos de reacción.
También puedes leer | Continúan las sorpresas este martes en Festiva 2019
Recordó que muchos delincuentes en la calle andan armados, por lo que para desarmarlo se necesita mucha capacitación, disciplina y temple para poderlo hacer, pero los delincuentes van dispuestos a hacer daño como lo vemos en el transporte público cuando un usuario se resiste, lo matan aún cuando no haga nada por defenderse.
Consideró que se debe trabajar sobre una cultura de paz, de no violencia, en una cultura de la legalidad y de participación para la prevención del delito, más que defensa personal y el ayuntamiento debería trabajar en las casas, en las calles, en las colonias y no en medidas de reacción que pueden poner más en peligro a las mujeres y, en general, a las posibles víctimas de una agresión.