Hubo que hacer filas enormes y hubo que hacerlas desde que amaneció y aún así, los chavos, los de 15 a 17 años, debieron formarse a cinco cuadras de distancia.
Fue día de vacunación contra el Covid-19 para la sede más grande del valle de Toluca y, pasadas las 14:00 horas, las filas aún llegaban por el puente de Ciudad Universitaria.
"Como vamos llegando, nos van enviando del estadio hasta acá, creo que hoy no nos vacunamos", protestó Luz y su madre, quienes fueron de los últimos en las filas enormes para llegar a la sede vacunación del estadio Nemesio Diez.
En promedio la espera fue entre tres a cinco horas. Pero ellos son chavos y buscan la manera de aguantar el sol del día y el hambre.
"El requisito fue que tenían que venir con un tutor o uno de sus padres", explicó Jorge, quien llevó a su hijo y a dos sobrinos.
La semana pasada le tocó a 71 municipios y esta ocasión a otros 32.
Y aunque los augurios y las opiniones eran que este sector era poco participativo para seguir las normas sanitarias, los "chavos" fueron llenando filas.
"No dolió, me dijeron que debo comer bien", comentó Fátima.
Allí estaban los chavos con las gorras de Navidad, con las mochilas de Bob Esponja y con los rostros de niños.
Y todos acompañados de sus padres y sus madres y tomándose en serio la vacuna.
En la capital mexiquense fueron dos sedes abiertas para la primera dosis de Pfizer: el estadio Nemesio Diez y la Junta de Caminos.