Ante el reto de la pobreza y desnutrición en niños y jóvenes del Estado de México, es necesario que las próximas administraciones municipales, que entrarán en funciones el 1 de enero del 2022, retomen el tema de los comedores comunitarios.
Durante una reunión con los medios de comunicación, Alberto Canul Juárez, director del Banco de Alimentos, lamentó que dichas problemáticas se hayan recrudecido a raíz de la pandemia del Covid-19.
“Ojalá las próximas administraciones municipales detonen el tema de los comedores comunitarios, porque ustedes saben que se trata de un rubro que se terminó en este sexenio, cuando era muy buena ayuda la que se otorgaba a la gente”, expresó.
Mencionó que el hecho de que hayan desaparecido los comedores propició que la demanda de solicitudes de apoyo, ante la institución que dirige, se hayan incrementado por lo menos un 10% en los últimos meses.
Aunado a ello, confió en que este anuncio no se quede únicamente en buenas intenciones, sino que realmente se pueda llevar a la práctica.
“En muchas ocasiones las intenciones son buenas, pero cuando las autoridades municipales analizan los costos, sobre cuánto representaría implementar este programa, desisten o piensan que no lo podrán hacer”, externó.
También comentó que las próximas alcaldías los han buscado, pero les han aclarado que el Banco de Alimentos no pondrá en marcha los comedores comunitarios, sino que el apoyo a las familias lo seguirán llevando a cabo de manera directa.
“Les hemos dicho a algunas administraciones entrantes que nos presenten a las familias, posteriormente podemos acudir y realizar los estudios correspondientes para entregar el apoyo directamente a quienes lo requieran”, subrayó.
Canul Juárez indicó que bajo dicho esquema están trabajando con Villa Guerrero, en donde respaldan directamente a más de 200 familias.
Finalmente, mencionó que en las instalaciones del Banco de Alimentos llevan a cabo el programa “Comer en Familia”, cuyo objetivo es que amas de casa beneficiarias aprendan a realizar platillos de manera higiénica y saludable, como lo establece el plato del buen comer con los productos de las canastas alimentarias que reciben de la institución cada 15 días.