Toluca, México.- En el Estado de México el PRI, el partido que en esta entidad siempre ha sido gobierno, llega a su 90 aniversario en medio de su mayor crisis, pues en 2018 sufrió derrotas históricas que lo colocaron como segunda fuerza, por debajo de morena.
El priismo mexiquense tras las elecciones de Julio del 2018 perdió espacios en el Congreso de la Unión, en la Cámara de Diputados local y en los municipios mexiquenses.
Los descalabros lo relegaron en la Legislatura local, donde siempre había tenido mayoría, mientras en los municipios pasó de gobernar 83 a solo 21 de los 125.
Adicionalmente, en la Legislatura federal perdió 32 curules, al pasar de 41 a solo nueve, de los cuales, apenas tres son de mayoría y el resto de representación proporcional.
En el anterior congreso local tenían 34 representantes populares, todos de mayoría, pero en el actual cuentan con 12, aunque solo una es de mayoría, pues perdieron casi todos los distritos locales y federales.
En el Senado el PRI mexiquense también tuvo bajas, pues de tres escaños que tenía en el periodo 2012-2018, ahora solo tiene un espacio por la vía plurinominal, pues los dos senadores de mayoría son de morena y el de primera minoría es de la coalición PAN, PRD y MC.
Una de las consecuencias de los descalabros del tricolor en el Estado de México será la disminución en las prerrogativas de ese partido, que tradicionalmente era el que más recursos recibía, pues su votación en la elección de diputados bajó de un 34.8% que obtuvieron en el 2015 a un 21.5% del 2018.
En los próximos días el Instituto Electoral del Estado de México deberá asignar los recursos que le corresponden a cada partido político.
Aun cuando el PRI no tiene una estimación de cuántos militantes han renunciado o se han salido de sus filas, en el Estado de México pocas figuras se fueron a otro partido, en su mayoría liderazgos regionales, como el ex diputado Anthony Domínguez, quien dejó al PRI para ser candidato y alcalde de Tejupilco por Morena.
Tampoco hay certeza de cuántos militantes integran su padrón, pero en los resultados de la última elección a diputados locales obtuvieron 1 millón 668 mil 419 votos; sin embargo, Cuauhtémoc García Ortega del grupo político Estado de México asegura que no hay claridad de cuántos militantes tienen, por lo cual ha planteado que en la próxima elección interna quienes participen se registren y con base en esos datos se levante el nuevo padrón.
La propia dirigente estatal del PRI mexiquense, Alejandra del Moral ha señalado que en 2018 sufrieron la peor derrota en su historia, pero también una desbandada de cuadros, la traición de militantes que operaron en contra de ese partido y el enojo de quienes no se sintieron tomados en cuenta.
En su 90 aniversario el PRI enfrenta retos que incluyen ir por una militancia dolida y en algunos casos enojada, recuperar sus bases, abrirse a ellas y exigir a sus gobiernos que trabajen con honestidad y transparencia.
García Ortega asegura que se fueron los de abajo y se quedó la aristocracia política, por lo cual el tricolor quedó al borde de la sepultura. “El PRI derrotó al PRI”, asegura.
Para levantarse, advierte, debe dejar atrás la imposición, el dedazo e ir por el camino de la democracia.
El reto histórico, afirma, es para el gobernador, Alfredo del Mazo, quien debería, según García, encabezar un movimiento democratizador.
Datos:
El PRI mexiquense perdió espacios entre ellos:
62 municipios: al pasar de 83 a 21
32 diputados federales al pasar de 41 a 9
23 diputados locales al pasar de 34 a 12
2 senadores al pasar de 3 a uno